Agricultura regenerativa: una opción sostenible que aumenta productividad y reduce costos
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Agricultura regenerativa: una alternativa sostenible para mejorar la calidad del suelo
La agricultura regenerativa promueve el uso de técnicas sostenibles que mejoran la calidad del suelo y a diferencia de la agricultura convencional, este sistema busca aprovechar de manera estratégica los procesos naturales, lo que permite reducir entre 40 y 50% los costos de producción, según especialistas del INTA consultados por Télam.
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados:
- ODS 2: Hambre cero
- ODS 12: Producción y consumo responsables
- ODS 15: Vida de ecosistemas terrestres
Este sistema, implementado en 1 de cada 50 establecimientos rurales del país, ha mejorado los ingresos de los agricultores hasta un 30% gracias a la aplicación de prácticas como la diversificación, la reducción de insumos externos y canales de comercialización alternativos. Esto repercute en alimentos más nutritivos para los consumidores.
“En varios de los ensayos que realizamos pudimos demostrar que con un manejo agroecológico es posible reducir costos, aumentar la rentabilidad y minimizar el impacto ambiental. Sustituimos insumos químicos y energía con procesos naturales que permiten ahorrar entre un 40 y un 50% en el costo directo total, con el mismo o mejor rendimiento”, precisó en diálogo con Télam el referente nacional de Agroecología del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Martin Zamora.
Además, según la FAO, los enfoques agroecológicos han mejorado los ingresos de los agricultores hasta un 30% gracias a la diversificación, la reducción de insumos externos y canales de comercialización alternativos. También se destaca la producción local y regional, según un informe del organismo multilateral.
De esta manera, 1 de cada 50 establecimientos rurales argentinos mejora sus ingresos hasta un 30%, apuntando a comercializar alimentos más nutritivos. Esto significa que los alimentos cultivados de manera convencional tienen menor calidad nutricional en comparación con los alimentos cultivados de forma regenerativa.
Implementación de la agricultura regenerativa
Más allá de lo novedoso de la información, lo concreto es que este modelo no es reciente, ya que desde los años 70 se implementa en diversos países, incluyendo Argentina. Se basa en prácticas agroecológicas que buscan conservar y revitalizar los procesos biológicos del suelo en el sector agrícola.
Si bien no hay una definición consensuada acerca del término, desde el INTA se comprende como un sistema productivo basado en la agroecología que implica la reducción de agroquímicos en los suelos, repercutiendo positivamente en los alimentos.
“Tomamos como partida la definición de la FAO como una ciencia que considera un enfoque diferente de producir alimentos, basado en el cuidado del ambiente, de la biodiversidad, inclusive el no uso de agroquímicos. Además, cuenta con principios específicos que implican la transición de un sistema agroecológico industrial al agroecológico”, precisó Zamora.
El especialista detalló que estos principios son la diversidad, sinergias, eficiencia, reciclaje, resiliencia, gobernanza responsable, intercambio de conocimiento, valores humanos-sociales-culturales y tradición alimentaria y economía circular y solidaria.
“En el 2010 comenzamos a trabajar este sistema aumentando la biodiversidad y partiendo de una agricultura distinta. Se habla de resiliencia porque debe regenerar condiciones que se han perdido por la agricultura industrial”, dijo Zamora.
Entre ellas mencionó la materia orgánica del suelo, la fertilidad del suelo, los microorganismos del suelo, la biodiversidad de plantas, de aves, de roedores y mamíferos, “que se han perdido por el gran uso de la intensificación agrícola”.
En el caso de Argentina, otro especialista sostiene que hay un cambio cultural en los sistemas tradicionales que remueven el suelo para cultivar alimentos.
“Este modelo se desarrolla a partir de la adopción del productor, de entender que se puede producir sin mover y perturbar el suelo. A su vez, el avance tecnológico acompañado por las empresas, los semilleros y la maquinaria empujó este cambio y hoy en Argentina, prácticamente toda la agricultura se hace bajo siembra directa”, sostuvo Gil.
Además, esta situación generó no solo cambios en las costumbres del campo y en el vivir y producir, sino también en los alimentos de la población, de animales y vegetación.
“Una buena agricultura parte de la premisa de alcanzar un equilibrio entre lo que se produce, lo que se descompone y se consume, que depende de las características de los ambientes, de tecnologías y sobre todo de una agroecología responsable con los recursos naturales”, acotó el especialista.
Por lo que remarcó la importancia que tiene la eficacia de la selección de estrategias utilizadas en el suelo que se produce a partir de recursos naturales como la radiación del sol, la temperatura, el agua y los nutrientes que permiten sostener este sistema.
1. Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) abordados en el artículo:
- Objetivo 2: Hambre cero
- Objetivo 12: Producción y consumo responsables
- Objetivo 13: Acción por el clima
- Objetivo 15: Vida de ecosistemas terrestres
2. Metas específicas de los ODS identificadas en el artículo:
- Meta 2.4: Para 2030, asegurar la sostenibilidad de los sistemas de producción de alimentos y aplicar prácticas agrícolas resilientes que aumenten la productividad y la producción, que ayuden a mantener los ecosistemas, que fortalezcan la capacidad de adaptación al cambio climático, los fenómenos meteorológicos extremos, las sequías, las inundaciones y otros desastres, y que mejoren progresivamente la calidad del suelo y la tierra.
- Meta 12.3: Para 2030, reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita mundial en la venta al por menor y en los consumidores y reducir las pérdidas de alimentos a lo largo de las cadenas de producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores a la cosecha.
- Meta 13.3: Mejorar la educación, la sensibilización y la capacidad humana e institucional respecto de la mitigación del cambio climático, la adaptación a él, la reducción de sus efectos y la alerta temprana.
- Meta 15.3: Para 2030, luchar contra la desertificación, rehabilitar las tierras y los suelos degradados, incluidas las tierras afectadas por la desertificación, la sequía y las inundaciones, y procurar lograr un mundo con una degradación neutra del suelo.
3. Indicadores de los ODS mencionados en el artículo:
- Indicador 2.4.1: Proporción de la superficie agrícola utilizada que se ha adoptado a prácticas sostenibles.
- Indicador 12.3.1: Nivel de pérdida de alimentos en los hogares y en el consumo.
- Indicador 13.3.1: Número total de países que han integrado medidas de mitigación y adaptación al cambio climático en sus políticas, estrategias y planes.
- Indicador 15.3.1: Superficie de tierra degradada y proporción respecto a la superficie total.
4. Tabla de ODS, metas e indicadores:
ODS | Metas | Indicadores |
---|---|---|
Objetivo 2: Hambre cero | Meta 2.4: Para 2030, asegurar la sostenibilidad de los sistemas de producción de alimentos y aplicar prácticas agrícolas resilientes que aumenten la productividad y la producción, que ayuden a mantener los ecosistemas, que fortalezcan la capacidad de adaptación al cambio climático, los fenómenos meteorológicos extremos, las sequías, las inundaciones y otros desastres, y que mejoren progresivamente la calidad del suelo y la tierra. | Indicador 2.4.1: Proporción de la superficie agrícola utilizada que se ha adoptado a prácticas sostenibles. |
Objetivo 12: Producción y consumo responsables | Meta 12.3: Para 2030, reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita mundial en la venta al por menor y en los consumidores y reducir las pérdidas de alimentos a lo largo de las cadenas de producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores a la cosecha. | Indicador 12.3.1: Nivel de pérdida de alimentos en los hogares y en el consumo. |
Objetivo 13: Acción por el clima | Meta 13.3: Mejorar la educación, la sensibilización y la capacidad humana e institucional respecto de la mitigación del cambio climático, la adaptación a él, la reducción de sus efectos y la alerta temprana. | Indicador 13.3.1: Número total de países que han integrado medidas de mitigación y adaptación al cambio climático en sus políticas, estrategias y planes. |
Objetivo 15: Vida de ecosistemas terrestres | Meta 15.3: Para 2030, luchar contra la desertificación, rehabilitar las tierras y los suelos degradados, incluidas las tierras afectadas por la desertificación, la sequía y las inundaciones, y procurar lograr un mundo con una degradación neutra del suelo. | Indicador 15.3.1: Superficie de tierra degradada y proporción respecto a la superficie total. |
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Fuente: infonews.com
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