El libro que ayuda a niños y grandes a reconocer las señales del abuso sexual infantil para prevenirlo

El libro que ayuda a niños y grandes a reconocer las señales del abuso sexual infantil para prevenirlo  infobae

El libro que ayuda a niños y grandes a reconocer las señales del abuso sexual infantil para prevenirlo

Informe – El día en que volvieron los colores

El día en que volvieron los colores

Dante tiene 8 años y es el protagonista de

Dante tiene 8 años y es el protagonista de “El día en que volvieron los colores”. Prensa Editorial Chirimbote

Introducción

“Hay libros necesarios. Este es uno de ellos”, comienza el prólogo de El día en que volvieron los colores, la última publicación de la Editorial Chirimbote. Pero no solo es necesario, es también un libro bello, vistoso y animado que se propuso contar el horror, el delito tabú por excelencia y una de las peores formas de violencia: el abuso sexual en la infancia (ASI).

Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)

  • ODS 3: Salud y bienestar
  • ODS 4: Educación de calidad
  • ODS 5: Igualdad de género
  • ODS 16: Paz, justicia e instituciones sólidas

Desarrollo

“Formé parte durante algunos años de una ONG llamada Comunidades Protectoras dedicada a la prevención del ASI, adaptando programas y dictando talleres en las escuelas. Pero adentro de las aulas me faltaba un cuento para poder abordar esta temática con las niñeces. Al no encontrar material en español que realmente me gustara, decidí escribir el cuento con el que sí me gustaría trabajar; el cuento que les contaría a mis hijos”, dice la autora Érica Pincever.

El día en que volvieron los colores es la historia de Dante, un nene de 8 años que comienza a vivir situaciones de abuso por parte de Tati, su profesor de circo y a la vez un gran amigo de la familia.

“‘Vení’”, me llamó desde atrás de la pila de colchonetas. Me dijo que había entrenado muy bien y que me iba a ayudar a relajar los músculos como a los futbolistas. Empezó a hacerme masajes en la espalda, a mí me daban cosquillas y me reía. Los masajes fueron bajando y no me gustaba. Me empecé a sentir raro, incómodo, pero no me animaba a decirle nada. Después me tocó justo ahí, por donde se hace pis. Me quedé congelado como cuando jugás a mancha estatua. No me podía mover”. Dante va perdiendo la alegría, se siente triste y enojado, sin ganas de jugar ni de ir a la plaza. “Como si tuviera un agujerito en la panza, o una piedra pesada”.

Prensa Editorial Chirimboteinfobae.com

 

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