La vida silvestre en alerta roja: así es como el antropoceno amenaza con el colapso de los ecosistemas

La vida silvestre en alerta roja: así es como el antropoceno amenaza con el colapso de los ecosistemas  Muy Interesante

La vida silvestre en alerta roja: así es como el antropoceno amenaza con el colapso de los ecosistemas

La vida silvestre en alerta roja: así es como el antropoceno amenaza con el colapso de los ecosistemas


Informe sobre el Antropoceno y los Objetivos de Desarrollo Sostenible

Informe sobre el Antropoceno y los Objetivos de Desarrollo Sostenible

Introducción

Una nueva propuesta terminológica para designar el tiempo en el que vivimos dentro de la escala geológica es el conocido como Antropoceno, en el que el ser humano es el protagonista y sus acciones tienen un impacto significativo. Los cambios acelerados en los ecosistemas y las especies que los habitan son testimonio de nuestra era, marcada por transformaciones rápidas y, a menudo, irreversibles.

El concepto de Antropoceno, así como las propuestas ‘Tecnoceno’ o ‘Capitaloceno’, resume la verdadera magnitud del impacto de ciertas acciones humanas en la Tierra e invita a una reflexión crítica sobre nuestra responsabilidad por la conservación y protección de la biodiversidad. En este contexto, el estudio y comprensión de estos cambios no solo es una cuestión científica, sino también un imperativo ético y social.

La huella humana del Antropoceno

El cambio climático, producido por la emisión masiva de gases de efecto invernadero en el último siglo, es sin duda el efecto antropogénico que más titulares ocupa. Sin embargo, no es el único. La deforestación y la conversión de tierras para agricultura y ganadería han fragmentado y reducido los espacios naturales, poniendo en peligro la supervivencia de especies y la diversidad genética. Además, la contaminación de ríos, mares y atmósfera, ya sea mediante sustancias químicas peligrosas o por residuos sólidos no degradables como los microplásticos, altera los ciclos de vida de las especies y disminuye la calidad de los ecosistemas acuáticos y terrestres. Sin olvidar el impacto de las especies exóticas invasoras, consideradas como el mayor motor de pérdida de biodiversidad en la actualidad.

La vida silvestre en la cuerda floja

Tal y como reflejan las publicaciones científicas, la acción humana es responsable de cambios drásticos en los ecosistemas terrestres y acuáticos. La deforestación reduce la cobertura forestal y altera el ciclo del agua. La acidificación y el aumento de temperatura en el agua de los océanos comprometen la salud de los arrecifes de coral y afectan a las comunidades de peces que dependen de ellos. Los humedales, necesarios para la filtración de agua y refugio de numerosas especies, están siendo drenados y contaminados a un ritmo sin precedentes. Las zonas del Ártico y el Antártico evidencian cambios en los patrones de hielo marino, lo que repercute en la fauna adaptada a estas condiciones extremas.

Hacia un futuro más sostenible

Muchos de estos impactos son ya irreversibles, pero los daños aún se pueden mitigar y evitar el colapso. Frente a la urgencia a la que se enfrentan los ecosistemas, es imprescindible adoptar un enfoque multidimensional que abarque desde el decrecimiento económico hasta la acción colectiva. El decrecimiento es una estrategia que apunta a reducir nuestra huella ecológica mediante la disminución del consumo y la producción en exceso global, buscando el bienestar social y ambiental. La acción humana individual y colectiva juega un papel fundamental en la construcción de un futuro más sostenible. La educación y la concienciación sobre la sostenibilidad deben ser pilares en la formación de una ciudadanía global responsable y comprometida con el planeta. Además, es indispensable la implementación de políticas públicas que promuevan la sostenibilidad y el decrecimiento.

Conclusiones

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son fundamentales para abordar los desafíos del Antropoceno y construir un futuro más sostenible. La colaboración internacional y el compromiso político serán clave para asegurar que estas soluciones tengan un alcance global y se traduzcan en acciones concretas que protejan y restauren nuestros ecosistemas para las generaciones futuras.

Referencias

  • Ellis, E. C. 2019. Evolution: Biodiversity in the Anthropocene. Current Biology, 29(17), R831-R833. DOI: 10.1016/j.cub.2019.07.073
  • Hickel, J. et al. 2022. Degrowth can work — here’s how science can help. Nature, 612(7940), 400-403. DOI: 10.1038/d41586-022-04412-x
  • Komatsu, H. et al. 2022. Is happiness possible in a degrowth society? Futures, 144, 103056. DOI: 10.1016/j.futures.2022.103056
  • Willcock, S. et al. 2023. Earlier collapse of Anthropocene ecosystems driven by multiple faster and noisier drivers. Nature Sustainability, 6(11), 1331-1342. DOI: 10.1038/s41893-023-01157-x

1. Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) abordados en el artículo:

  • Objetivo 13: Acción por el clima
  • Objetivo 14: Vida submarina
  • Objetivo 15: Vida de ecosistemas terrestres

2. Metas específicas de los ODS identificadas en el artículo:

  • Meta 13.1: Fortalecer la resiliencia y la capacidad de adaptación ante los riesgos relacionados con el clima.
  • Meta 14.1: Para 2025, prevenir y reducir significativamente la contaminación marina de todo tipo, en particular la que proviene de actividades terrestres, incluidos los desechos marinos y la contaminación por nutrientes.
  • Meta 15.1: Para 2020, asegurar la conservación, restauración y uso sostenible de los ecosistemas terrestres y de agua dulce y los servicios que brindan, en particular los bosques, los humedales, las montañas y los ecosistemas áridos y semiáridos.

3. Indicadores de los ODS mencionados en el artículo:

  • Indicador 13.1.1: Número de países que han integrado medidas de mitigación y adaptación al cambio climático en sus políticas, estrategias y planes nacionales.
  • Indicador 14.1.1: Índice de calidad del agua de mar, basado en la concentración de nutrientes y la presencia de contaminantes químicos y biológicos.
  • Indicador 15.1.1: Superficie forestal como proporción de la superficie terrestre total.

Tabla de ODS, metas e indicadores:

ODS Metas Indicadores
Objetivo 13: Acción por el clima Meta 13.1: Fortalecer la resiliencia y la capacidad de adaptación ante los riesgos relacionados con el clima. Indicador 13.1.1: Número de países que han integrado medidas de mitigación y adaptación al cambio climático en sus políticas, estrategias y planes nacionales.
Objetivo 14: Vida submarina Meta 14.1: Para 2025, prevenir y reducir significativamente la contaminación marina de todo tipo, en particular la que proviene de actividades terrestres, incluidos los desechos marinos y la contaminación por nutrientes. Indicador 14.1.1: Índice de calidad del agua de mar, basado en la concentración de nutrientes y la presencia de contaminantes químicos y biológicos.
Objetivo 15: Vida de ecosistemas terrestres Meta 15.1: Para 2020, asegurar la conservación, restauración y uso sostenible de los ecosistemas terrestres y de agua dulce y los servicios que brindan, en particular los bosques, los humedales, las montañas y los ecosistemas áridos y semiáridos. Indicador 15.1.1: Superficie forestal como proporción de la superficie terrestre total.

¡Atención! Este espléndido artículo nace de la fuente del conocimiento, moldeado por una maravillosa tecnología patentada de inteligencia artificial que profundizó en un vasto océano de datos, iluminando el camino hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Recuerda que todos los derechos están reservados por SDG Investors LLC, lo que nos permite defender el progreso juntos.

Fuente: muyinteresante.com

 

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