Movimientos telúricos en el mundo podrían estar relacionados con el cambio climático

Los impactos del cambio climático en los movimientos telúricos

Los impactos de un clima cambiante son cada vez más evidentes, y los fenómenos meteorológicos inusuales se han convertido en la norma y no en la excepción.

El cambio climático, y específicamente el aumento de las tasas de lluvia y el derretimiento de los glaciares, podría también provocar peligros debajo de la superficie de la Tierra, como los terremotos y las erupciones volcánicas.

Desde hace varios años, investigadores de fenómenos climáticos alertan sobre los movimientos telúricos a nivel mundial, aunque tienen presente que los mismos en muchos de los casos obedecen al hundimiento de las placas tectónicas.

Durante 2023, se han registrado más de 30 sismos intensos en todo el mundo. Algunos modelos climáticos refieren que la intensidad de las lluvias monzónicas, específicamente en el sur de Asia, aumentará en el futuro como resultado del cambio climático, lo que podría mejorar el rebote invernal y causar más eventos sísmicos.

No obstante, las huellas indirectas del cambio climático en el suelo no son ampliamente conocidas ni discutidas. Algunos especialistas refieren que estas acciones se deben cambiar si se quiere minimizar los efectos del clima inconstante.

Terremotos en el mundo

Este martes, cinco seísmos consecutivos con magnitudes de entre 2.7 y 6.2 y con epicentro en localidades de la India y Nepal, dejaron al menos nueve heridos, una persona desaparecida y algunos daños materiales, informó el Centro Nacional de Sismología de la India (NCS, en inglés).

A principios de septiembre, un fuerte temblor de magnitud 6.1, con numerosas réplicas, sacudió el centro de Colombia y su capital, Bogotá, donde una mujer murió tras lanzarse de un edificio. Este mismo mes, un trágico terremoto de magnitud 6.8 sacudió a Marruecos, ocasionando más de 2 mil fallecidos.

En julio, un terremoto de magnitud 7.2 impactó la península de Alaska, Estados Unidos (EE.UU.), que generó la alerta de tsunami en la región, retirada posteriormente.

En marzo de este año, un terremoto de magnitud 6.8 sacudió varias localidades al noreste de Afganistán, Pakistán e India.

En febrero pasado, un terremoto de magnitud 7.8 grados en escala de Richter azotó Türkiye, causando que edificios colapsaran y que cientos de personas quedarán bajo los escombros. El impacto de este sismo se sintió también en la zona cercana de Alepo, en Siria, donde se replicó la tragedia.

El primer día de 2023 ocurrieron dos sismos, el primero de 5.5 grados Richter se registró a las 18:24 horas en Indonesia, el cual causó daños en edificios de la zona cercana a Jayapura. El segundo ocurrió a las 18:35 horas en Estados Unidos, fue un temblor de 5.4 grados y también generó daños en casas y edificios en California.

También en enero se registraron dos terremotos de magnitud mayor a 7 grados Richter, el primero fue en Vanuatu, una isla en Oceanía, que fue de 7 grados. El segundo ocurrió el 9 de enero, de 7.6 grados, el cual sacudió Indonesia, que causó daños en viviendas y un tsunami. Hasta ahora este sismo se consideraba el de mayor magnitud en lo que iba de 2023.

Actividad humana

Los geólogos han identificado durante mucho tiempo una relación entre las tasas de lluvia y la actividad sísmica. Científicos de la Universidad de Miami, en Estados Unidos, señalan que en algunas zonas de los trópicos los grandes terremotos suelen llegar después de huracanes o tifones excepcionalmente húmedos.

El geofísico del Jet Propulsion Laboratory de la NASA en California, Paul Lundgren, confirma que existe una posible relación entre la cantidad de agua del subsuelo y el llamado estrés de falla que puede provocar un grado actividad sísmica de una determinada zona.

Sin embargo, los expertos afirman que más allá de que el cambio climático antropogénico sea capaz de modificar la precipitación o el hielo glacial para provocar sismos más pequeños, los humanos también podemos ayudar a provocarlos de otras formas.

Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con el artículo:

• Objetivo 13: Acción por el clima
• Objetivo 11: Ciudades y comunidades sostenibles

Metas específicas de los ODS identificadas en el artículo:

• Meta 13.1: Reforzar la resiliencia y la capacidad de adaptación a los riesgos relacionados con el clima y los desastres naturales.
• Meta 11.5: Reducir el impacto ambiental negativo per capita de las ciudades, incluso prestando especial atención a la calidad del aire y la gestión de los desechos municipales y de otro tipo.

Indicadores de los ODS mencionados o implícitos en el artículo:

• Indicador 13.1.1: Número de muertes, desapariciones, personas heridas o afectadas, desplazamientos forzados, enfermedades, afectaciones a la salud mental y daños a la infraestructura, como resultado de eventos climáticos extremos y desastres relacionados con el clima.
• Indicador 11.6.2: Proporción de municipios con sistemas de recolección regulares de desechos sólidos municipales que siguen prácticas adecuadas de disposición final de desechos.

Tabla de ODS, metas e indicadores:

¡Atención! Este espléndido artículo nace de la fuente del conocimiento, moldeado por una maravillosa tecnología patentada de inteligencia artificial que profundizó en un vasto océano de datos, iluminando el camino hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Recuerda que todos los derechos están reservados por SDG Investors LLC, lo que nos permite defender el progreso juntos.

Fuente: fusernews.com

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