La paradoja ecológica del coche eléctrico y el problema de sus baterías

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La paradoja ecológica del coche eléctrico y el problema de sus baterías

Informe sobre la paradoja ecológica del coche eléctrico

La paradoja ecológica del coche eléctrico y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)

Los coches eléctricos también tienen un impacto ambiental derivado, en su mayor parte, de los procesos de producción, recarga y, especialmente, del reciclaje de las baterías una vez finalizada su vida útil. He aquí la paradoja ecológica del coche eléctrico.

Contexto y objetivos de desarrollo sostenible

Los vehículos movidos por baterías han cobrado especial relevancia en los últimos años y se han convertido en uno de los principales instrumentos para avanzar hacia un mundo más sostenible. Sin embargo, no todo es tan bonito como algunos lo pintan. Esta es la gran paradoja ecológica del coche eléctrico.

Existe un plan encima de la mesa donde se toman las decisiones que afectan a todos los países (al menos en nuestra parte del mundo, eso llaman Occidente), que es la descarbonización del transporte.

En este sentido, la Unión Europea puso en marcha su plan Fit For 55, mediante el cual pretende reducir las emisiones de los vehículos en un 55% en 2030, comparado con valores de 1990, y alcanzar las emisiones cero en 2050. En otras zonas del globo, como Estados Unidos y Canadá también hay objetivos parecidos.

Y, para lograr estos objetivos de emisiones, la electrificación del transporte se ha convertido en una cuestión vital. Sin ir más lejos, la propia UE aprobó este año la prohibición de la venta de coches nuevos con motor de combustión a partir de 2035.

La paradoja ecológica del coche eléctrico y el problema de sus baterías

No nos vamos a referir aquí a los problemas relacionados con el coche eléctrico que todo el mundo conoce de sobra, como el alto precio, la escasez de infraestructuras para recargar la batería y la autonomía. Estos aspectos, tarde o temprano, se solucionarán, al menos, en teoría. Otra cosa será que el precio de los automóviles baje, lo cual no está nada claro.

Esta vez queremos poner el foco en un tema del que poco se habla y es si los coches eléctricos son realmente ecológicos. A menudo, solemos referirnos a ellos como vehículos cero emisiones y, de hecho, el etiquetado de la DGT los reconoce como tal. Pero ¿son realmente cero emisiones?

Es una pregunta retórica. La respuesta es, claramente, no. Los coches eléctricos también tienen un impacto ambiental derivado, en su mayor parte, de los procesos de producción, recarga y, especialmente, del reciclaje de las baterías una vez finalizada su vida útil.

Es evidente que un coche eléctrico no expulsa emisiones por el tubo de escape (por eso carece de este elemento), a diferencia de un coche con motor de gasolina o diésel. Pero es un error medir el impacto ambiental de un vehículo teniendo en cuenta solamente los gases que emite durante su uso.

Hay otras variables que hay que medir. Es decir, no basta con analizar el impacto directo en el medioambiente, sino también el impacto indirecto. En otras palabras, es preciso analizar la huella de carbono de los coches eléctricos y compararla con la de los coches de combustión.

La huella de carbono

La huella de carbono hace referencia a la totalidad de emisiones de CO2 que producen las actividades económicas y cotidianas del ser humano. En el caso que nos compete, debemos medir las emisiones que se emiten a la atmósfera durante la producción de un coche eléctrico y, posteriormente, durante toda su vida útil, hasta que se deja de utilizar.

Y lo mismo con un vehículo de combustión. El resultado es que los coches eléctricos contaminan mucho más que los de combustión durante el proceso de fabricación. La explicación está en la producción de las baterías, cuyo proceso es altamente contaminante, debido a los materiales que requiere.

En este sentido, Volvo realizó un estudio donde aseguraba que la producción de sus vehículos eléctricos es más contaminante, debido, sobre todo, a la batería, aunque ese impacto se compensa a lo largo de la vida útil del vehículo.

Según la compañía sueca, la producción de los materiales necesarios para fabricar un Volvo XC40 genera 14 toneladas de CO2, mientras que el C40 Recharge conlleva 25 toneladas.

La clave aquí está en si realmente se compensa esa diferencia a lo largo de la vida útil del coche eléctrico. Y es que, para “amortizar” esa mayor contaminación de un vehículo eléctrico durante su fabricación, con respecto a otro de combustión, es necesario hacer un uso extensivo del vehículo, es decir, hacer muchos kilómetros.

Además de la mayor contaminación durante la producción, hay otro asunto: es verdad que los coches eléctricos no expulsan CO2 cuando circulan, pero sí durante los procesos de recarga de las baterías, puesto que la energía procede, en buena parte, de fuentes no renovables.

Según Green NCAP, un laboratorio de análisis que permite comprobar el potencial contaminante de los coches en Europa, la producción en España de 1 kWh conlleva 154 gramos de CO2. Esto supone que un coche eléctrico con una batería entre 50 y 60 kWh, generará una contaminación de cerca de 7 millones de toneladas de CO2 a lo largo de su vida útil. Por tanto, de cero emisiones nada.

1. Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) abordados en el artículo:

  • Objetivo 7: Energía asequible y no contaminante
  • Objetivo 9: Industria, innovación e infraestructura
  • Objetivo 11: Ciudades y comunidades sostenibles
  • Objetivo 12: Producción y consumo responsables
  • Objetivo 13: Acción por el clima
  • Objetivo 15: Vida de ecosistemas terrestres

2. Metas específicas de los ODS identificadas en el artículo:

  • Meta 7.2: Aumentar la proporción de energía renovable en el consumo final de energía.
  • Meta 9.4: Mejorar la infraestructura y reforzar la industrialización sostenible.
  • Meta 11.6: Reducir el impacto ambiental negativo per capita de las ciudades.
  • Meta 12.2: Lograr la gestión sostenible y el uso eficiente de los recursos naturales.
  • Meta 13.2: Integrar medidas de mitigación y adaptación al cambio climático en las políticas, estrategias y planes nacionales.
  • Meta 15.5: Tomar medidas urgentes y significativas para reducir la degradación de hábitats naturales.

3. Indicadores de los ODS mencionados en el artículo:

  • Indicador 7.2.1: Proporción de energía renovable en el consumo final de energía.
  • Indicador 9.4.1: Valor agregado de la industria manufacturera y proporción del empleo en la industria manufacturera en el producto interno bruto (PIB).
  • Indicador 11.6.1: Proporción de la población urbana que vive en barrios marginales, asentamientos informales o viviendas inadecuadas.
  • Indicador 12.2.1: Tasa de utilización de los recursos naturales y generación de residuos.
  • Indicador 13.2.1: Integración de medidas de mitigación y adaptación al cambio climático en las políticas, estrategias y planes nacionales.
  • Indicador 15.5.1: Superficie terrestre protegida y grado de cumplimiento de los objetivos de conservación de áreas protegidas.

4. Tabla de ODS, metas e indicadores:

ODS Metas Indicadores
Objetivo 7: Energía asequible y no contaminante Meta 7.2: Aumentar la proporción de energía renovable en el consumo final de energía. Indicador 7.2.1: Proporción de energía renovable en el consumo final de energía.
Objetivo 9: Industria, innovación e infraestructura Meta 9.4: Mejorar la infraestructura y reforzar la industrialización sostenible. Indicador 9.4.1: Valor agregado de la industria manufacturera y proporción del empleo en la industria manufacturera en el PIB.
Objetivo 11: Ciudades y comunidades sostenibles Meta 11.6: Reducir el impacto ambiental negativo per capita de las ciudades. Indicador 11.6.1: Proporción de la población urbana que vive en barrios marginales, asentamientos informales o viviendas inadecuadas.
Objetivo 12: Producción y consumo responsables Meta 12.2: Lograr la gestión sostenible y el uso eficiente de los recursos naturales. Indicador 12.2.1: Tasa de utilización de los recursos naturales y generación de residuos.
Objetivo 13: Acción por el clima Meta 13.2: Integrar medidas de mitigación y adaptación al cambio climático en las políticas, estrategias y planes nacionales. Indicador 13.2.1: Integración de medidas de mitigación y adaptación al cambio climático en las políticas, estrategias y planes nacionales.
Objetivo 15: Vida de ecosistemas terrestres Meta 15.5: Tomar medidas urgentes y significativas para reducir la degradación de hábitats naturales. Indicador 15.5.1: Superficie terrestre protegida y grado de cumplimiento de los objetivos de conservación de áreas protegidas.

¡Atención! Este espléndido artículo nace de la fuente del conocimiento, moldeado por una maravillosa tecnología patentada de inteligencia artificial que profundizó en un vasto océano de datos, iluminando el camino hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Recuerda que todos los derechos están reservados por SDG Investors LLC, lo que nos permite defender el progreso juntos.

Fuente: autobild.es

 

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