El agua segura ahorra agua

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El agua segura ahorra agua

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Escasez de agua en Tegucigalpa, Honduras

En la capital de Honduras, Tegucigalpa, la escasez de agua es una realidad. Muchos hogares no tienen acceso a agua potable y las fuentes de agua, como son los acuíferos y los lagos, no hacen sino disminuir. Mientras tanto, las necesidades van en aumento. El crecimiento de la población, el desarrollo de la industria y la expansión de la agricultura están sobreexplotando los recursos hídricos hasta unos niveles preocupantes.

“Existe una competencia entre la agricultura y la alimentación de las personas y el suministro de agua potable para los hogares”, dice Mirian Bueno, Directora Técnica de Inocuidad Agroalimentaria de SENASA, el Servicio Nacional de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria del Gobierno de Honduras.

“Conforme la agricultura siga creciendo, ¿qué pasará con la población de estas zonas urbanas?”, planteó. “En la capital, por ejemplo, escasea el agua potable disponible para que la gente beba y satisfaga sus necesidades básicas”.

Lidiar con el delicado equilibrio entre las necesidades de agua industriales, domésticas y agrícolas es un desafío que comparten muchos países.

El valor del agua en la producción y elaboración de alimentos

El agua es un recurso de inmenso valor no solo para nuestra vida diaria, sino también para la producción y la elaboración de alimentos. Pero la presión sobre este recurso vital aumenta día a día.

Aunque no existe un sustituto real para el agua, la forma en que se utiliza o reutiliza tiene cada vez más pertinencia en la búsqueda de soluciones para su escasez.

La Comisión del Codex Alimentarius, el órgano conjunto de establecimiento de normas alimentarias de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), comenzó a estudiar los diversos tipos de agua y su idoneidad para distintos usos dentro la producción y elaboración de alimentos como posible forma de conservar el agua potable.

Anteriormente, en el texto fundamental del Codex Alimentarius, esto es, los Principios generales de higiene de los alimentos, se recomendaba utilizar agua potable o limpia para la producción y la elaboración de alimentos. Sin embargo, expertos de todo el mundo comenzaron a indagar sobre la utilidad práctica y la sostenibilidad de esta recomendación.

“Algunos [países] indicaron los desafíos —ya fuera por motivos de disponibilidad o de costos— relacionados con el acceso a agua potable que cumpla los estrictos criterios definidos en las directrices de la OMS sobre el agua potable. Solicitaron que se prestara más atención a este tema, señalando que tal vez no siempre se necesite agua de calidad potable”, dijo Sarah Cahill, Oficial superior de normas alimentarias de la Secretaría del Codex.

Directrices del Codex para el uso del agua en la producción de alimentos

En respuesta a peticiones de este tipo, el Codex ha creado un nuevo conjunto de directrices que tratan sobre el abastecimiento, el uso y la reutilización inocuos del agua a lo largo de la cadena de producción y elaboración de alimentos, haciendo hincapié en que el agua debe ser apta para el fin al que va destinada.

En la producción de alimentos, el uso del agua puede plantear diversas amenazas para la salud. Las JEMRA (Reuniones Conjuntas de Expertos FAO/OMS sobre Evaluación de Riesgos Microbiológicos) se encargaron de evaluar tales peligros y sus repercusiones potenciales en la salud de los consumidores. Las JEMRA investigaron cómo adecuar el agua de distintos tipos —recuperada, reciclada, recirculada, aguas residuales, etc.— al fin al que se destine con idea de garantizar la inocuidad de los alimentos. Los hallazgos se incluyeron en las nuevas directrices del Codex sobre el agua.

Desde esta perspectiva de “adecuación a los fines”, las directrices reconocen que los requisitos de calidad del agua difieren de un producto alimenticio a otro y de una situación a otra.

“El agua apta para cultivar o lavar una planta de lechuga que se va a comer cruda es diferente a la que se necesita para cultivar o limpiar una patata que se va a cocinar antes de comerla. El cocinado puede eliminar contaminantes microbiológicos como las bacterias, pero, en el caso de alimentos como la lechuga que se comen crudos, es importante usar agua que no comprometa la inocuidad microbiológica de esos alimentos”, explicó Cahill.

Aplicación práctica en Honduras

Volviendo a Honduras, en octubre de 2022, con el apoyo de la Secretaría y expertos de las JEMRA, el país estaba deseando organizar un taller en el que se pusieran a prueba las herramientas de toma de decisiones sobre el uso del agua, elaboradas por las JEMRA y propuestas para su inclusión en las directrices del Codex.

Participantes de la industria y los gobiernos de toda América Latina utilizaron estos árboles de decisión y otras herramientas para evaluar las fuentes de agua dentro de la producción, la elaboración y el transporte, y determinar los niveles de riesgo relacionados con el agua. El objetivo era garantizar que las directrices del Codex proporcionaran un enfoque práctico para los contextos agroalimentarios.

En 2023, el SENASA organizó un taller nacional para familiarizar a los funcionarios gubernamentales, la industria y el mundo académico con el contenido de las directrices y las herramientas previstas en ellas.

“Tras proporcionar a los participantes del taller un diagrama de flujo s

1. Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) abordados en el artículo:

  • ODS 6: Agua limpia y saneamiento
  • ODS 12: Producción y consumo responsables

2. Metas específicas de los ODS identificadas en el artículo:

  • Meta 6.4: Para 2030, reducir sustancialmente la cantidad de agua desperdiciada, aumentando la eficiencia en el uso del agua en todos los sectores y asegurando la extracción sostenible y el abastecimiento de agua dulce para enfrentar la escasez de agua.
  • Meta 12.4: Para 2020, lograr la gestión ambientalmente racional de los productos químicos y de todos los desechos a lo largo de su ciclo de vida, de conformidad con los marcos internacionales convenidos, y reducir significativamente su liberación a la atmósfera, el agua y el suelo para minimizar sus impactos negativos en la salud humana y el medio ambiente.

3. Indicadores de los ODS mencionados o implícitos en el artículo:

  • Indicador 6.4.1: Cambio en la eficiencia del uso del agua en el sector agrícola.
  • Indicador 12.4.1: Número de informes nacionales sobre la gestión ambientalmente racional de productos químicos y desechos.

4. Tabla de ODS, metas e indicadores:

ODS Metas Indicadores
ODS 6: Agua limpia y saneamiento Meta 6.4: Para 2030, reducir sustancialmente la cantidad de agua desperdiciada, aumentando la eficiencia en el uso del agua en todos los sectores y asegurando la extracción sostenible y el abastecimiento de agua dulce para enfrentar la escasez de agua. Indicador 6.4.1: Cambio en la eficiencia del uso del agua en el sector agrícola.
ODS 12: Producción y consumo responsables Meta 12.4: Para 2020, lograr la gestión ambientalmente racional de los productos químicos y de todos los desechos a lo largo de su ciclo de vida, de conformidad con los marcos internacionales convenidos, y reducir significativamente su liberación a la atmósfera, el agua y el suelo para minimizar sus impactos negativos en la salud humana y el medio ambiente. Indicador 12.4.1: Número de informes nacionales sobre la gestión ambientalmente racional de productos químicos y desechos.

¡Atención! Este espléndido artículo nace de la fuente del conocimiento, moldeado por una maravillosa tecnología patentada de inteligencia artificial que profundizó en un vasto océano de datos, iluminando el camino hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Recuerda que todos los derechos están reservados por SDG Investors LLC, lo que nos permite defender el progreso juntos.

Fuente: iagua.es

 

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