Mejorar el riego para ampliar frontera agrícola

Mejorar el riego para ampliar frontera agrícola – El Nuevo Diario ...  El Nuevo Diario (República Dominicana)

Mejorar el riego para ampliar frontera agrícola

Informe sobre el riego y la gestión del agua en la República Dominicana

El agua y su importancia en la producción agrícola

El agua es un insumo fundamental para la producción agrícola y desempeña un rol importante en la seguridad alimentaria.

El riego controlado y su impacto en la productividad

Está comprobado que el riego controlado genera mejores cosechas. Un riego adecuado aporta la cantidad de agua necesaria en el momento en el que el cultivo la demanda.

La productividad de los terrenos bajo riego es tres veces superior que la agricultura en secano. Cuando el riego es tecnificado la productividad es cinco veces superior.

Historia del riego

El riego comenzó aproximadamente en el año 6,000 a.C. en Egipto y Mesopotamia. El primer gran proyecto de irrigación tuvo lugar en Egipto, alrededor del 3,100 a.C. con la construcción de presas y canales para desviar las aguas de la inundación del Nilo hacia un lago artificial llamado Moeris. Canales similares también existían en la América precolombina, Siria, China e India.

Desarrollo del riego en la República Dominicana

El desarrollo del riego en la República Dominicana comenzó a finales del siglo XIX con la construcción de los canales de Juan Caballero, Luis Bogaert y Santana, y el proyecto Manzanillo.

El 8 de abril de 1965, se creó la Secretaría de Estado de Recursos Hidráulicos, fusionando la Dirección General de Riego de la Secretaría de Estado de Agricultura y la Comisión Nacional de Irrigación, Fuerza y Control de Ríos (CONAIF).

El 8 de septiembre se promulgó la Ley N.º 6 de 1965, que creó el INDRHI, como máxima autoridad nacional sobre las aguas del país, con prerrogativas de controlar y regular el uso de las aguas (artículo 4 de Ley N.º 6 de 1965).

Situación actual y desafíos en la gestión del agua

La gestión del agua en la República Dominicana necesita un nuevo enfoque que ayude a enfrentar los retos del presente, con una proyección al mediano y largo plazo.

La falta de mantenimiento de la infraestructura existente y el uso irracional del agua, así como la prevalencia de sistemas tradicionales de riego con baja eficiencia, imposibilitan un mejor aprovechamiento de las potencialidades de este bien.

Uno de los retos más importantes es la definición de una política de gestión del agua a largo plazo en la que se integren las necesidades presentes y futuras, y sean integradas en un plan hidrológico nacional con un enfoque real de gestión integrada de recursos hídricos, a fin de garantizar disponibilidad de agua y su gestión sostenible.

Solo el 10% de los terrenos cultivados tienen riego tecnificado, por lo que es necesario un salto hacia un modelo de gestión en el cual se dé prioridad a la inversión no solo en infraestructura, sino en tecnificación educación y conservación.

Las necesidades del sector riego se relacionan con la mejora de la eficiencia, la productividad y los aspectos organizativos.

Expertos señalan que se deben buscar soluciones en el uso de mejores tecnologías para el funcionamiento eficiente de los sistemas de riego y promover los medios adecuados de ayuda financiera para que puedan ser adoptados por los usuarios, en general, propiciar políticas sostenibles que garanticen la disponibilidad futura del recurso agua para todos los usos y para todos los que la requieran.

Actualmente, el país cuenta con 2,854.2 kilómetros de canales de riego, beneficiando a un total de 4,969,117 tareas de tierra.

El 80% del agua aprovechable en República Dominicana se usa en agricultura, de la cual se desperdicia un 70% debido a que los sistemas de riego tienen un nivel de eficiencia muy bajo.

La inversión en sistema de riego tecnificados es un elemento fundamental para la ampliación y mejora de la infraestructura existente y consecuentemente, para elevar la productividad del sector agropecuario.

Se debe trabajar en reducir los impactos negativos a los suelos agrícolas, como erosión y salinización, lo que disminuye la productividad de las tierras; mejorar la eficiencia, buscar soluciones en el uso de tecnologías y técnicas avanzadas.

La protección, conservación, restauración de las cuencas hidrográficas y desarrollar un plan de restauración de ríos, constituyen acciones básicas para mantener el ciclo del agua y mitigar los efectos del cambio climático.

Conclusiones

En conclusión, la gestión del agua en la República Dominicana requiere un enfoque integral y sostenible que garantice la disponibilidad futura del recurso para todos los usos y usuarios. Es necesario invertir en infraestructura, tecnificación, educación y conservación para mejorar la eficiencia y productividad del sector agrícola. Además, se deben implementar políticas de protección y restauración de las cuencas hidrográficas para mitigar los efectos del cambio climático. Todo esto contribuirá al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con el agua y la seguridad alimentaria.

Referencias

  • Ing. Carlos Checo Estrella

1. Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) abordados en el artículo:

  • Objetivo 2: Hambre Cero
  • Objetivo 6: Agua Limpia y Saneamiento
  • Objetivo 9: Industria, Innovación e Infraestructura
  • Objetivo 13: Acción por el Clima
  • Objetivo 15: Vida de Ecosistemas Terrestres

2. Metas específicas de los ODS identificadas en el artículo:

  • Meta 2.4: Para 2030, asegurar la sostenibilidad de los sistemas de producción de alimentos y aplicar prácticas agrícolas resilientes que aumenten la productividad y la producción, que ayuden a mantener los ecosistemas, que fortalezcan la capacidad de adaptación al cambio climático, los fenómenos meteorológicos extremos, las sequías, las inundaciones y otros desastres, y que mejoren progresivamente la calidad del suelo y la tierra.
  • Meta 6.4: Para 2030, reducir significativamente la proporción de aguas residuales no tratadas y aumentar substancialmente el reciclaje y la reutilización segura de aguas.
  • Meta 9.1: Desarrollar infraestructuras fiables, sostenibles, resilientes y de calidad, incluidas infraestructuras regionales y transfronterizas, para apoyar el desarrollo económico y el bienestar humano, centrándose en el acceso equitativo y asequible para todos.
  • Meta 13.1: Reforzar la resiliencia y la capacidad de adaptación a los riesgos relacionados con el clima y los desastres naturales en todos los países.
  • Meta 15.1: Para 2020, asegurar la conservación, restablecimiento y uso sostenible de los ecosistemas terrestres y los ecosistemas interiores de agua y sus servicios, en particular los bosques, humedales, montañas y tierras áridas, en consonancia con las obligaciones contraídas en virtud de acuerdos internacionales.

3. Indicadores de los ODS mencionados o implícitos en el artículo:

  • Indicador 2.4.1: Proporción de la superficie agrícola utilizada que se encuentra bajo prácticas agrícolas sostenibles.
  • Indicador 6.4.2: Nivel de tratamiento de aguas residuales.
  • Indicador 9.1.1: Proporción de la población total con acceso a servicios de transporte público, dividida por la población total.
  • Indicador 13.1.1: Número total de muertes, desapariciones, personas heridas y personas afectadas como resultado de desastres relacionados con el clima y eventos extremos de origen natural, por cada millón de personas.
  • Indicador 15.1.1: Superficie forestal como proporción de la superficie terrestre total.

4. Tabla de ODS, metas e indicadores:

ODS Metas Indicadores
Objetivo 2: Hambre Cero Meta 2.4: Para 2030, asegurar la sostenibilidad de los sistemas de producción de alimentos y aplicar prácticas agrícolas resilientes que aumenten la productividad y la producción, que ayuden a mantener los ecosistemas, que fortalezcan la capacidad de adaptación al cambio climático, los fenómenos meteorológicos extremos, las sequías, las inundaciones y otros desastres, y que mejoren progresivamente la calidad del suelo y la tierra. Indicador 2.4.1: Proporción de la superficie agrícola utilizada que se encuentra bajo prácticas agrícolas sostenibles.
Objetivo 6: Agua Limpia y Saneamiento Meta 6.4: Para 2030, reducir significativamente la proporción de aguas residuales no tratadas y aumentar substancialmente el reciclaje y la reutilización segura de aguas. Indicador 6.4.2: Nivel de tratamiento de aguas residuales.
Objetivo 9: Industria, Innovación e Infraestructura Meta 9.1: Desarrollar infraestructuras fiables, sostenibles, resilientes y de calidad, incluidas infraestructuras regionales y transfronterizas, para apoyar el desarrollo económico y el bienestar humano, centrándose en el acceso equitativo y asequible para todos. Indicador 9.1.1: Proporción de la población total con acceso a servicios de transporte público, dividida por la población total.
Objetivo 13: Acción por el Clima Meta 13.1: Reforzar la resiliencia y la capacidad de adaptación a los riesgos relacionados con el clima y los desastres naturales en todos los países. Indicador 13.1.1: Número total de muertes, desapariciones, personas heridas y personas afectadas como resultado de desastres relacionados con el clima y eventos extremos de origen natural, por cada millón de personas.
Objetivo 15: Vida de Ecosistemas Terrestres Meta 15.1: Para 2020, asegurar la conservación, restablecimiento y uso s

¡Atención! Este espléndido artículo nace de la fuente del conocimiento, moldeado por una maravillosa tecnología patentada de inteligencia artificial que profundizó en un vasto océano de datos, iluminando el camino hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Recuerda que todos los derechos están reservados por SDG Investors LLC, lo que nos permite defender el progreso juntos.

Fuente: elnuevodiario.com.do

 

Únete a nosotros en un viaje transformador en https://sdgtalks.ai/welcome, para contribuir activamente a un futuro mejor.