Cómo los biocombustibles de segunda generación contribuyen a la descarbonización del transporte
Cómo los biocombustibles de segunda generación contribuyen a la descarbonización del transporte elDiario.es
Los biocombustibles de segunda generación y su contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible
Los biocombustibles de segunda generación (2G) se producen a partir de residuos orgánicos, como aceites usados de cocina, desechos agrícolas o ganaderos o biomasa forestal, entre otros, y permiten acelerar la descarbonización del transporte, que actualmente supone el 15% de las emisiones globales de dióxido de carbono. Además, pueden llegar a reducir hasta en un 90% las emisiones de dióxido de carbono respecto a los combustibles tradicionales, por lo que están considerados un elemento clave para impulsar la descarbonización del transporte por tierra, mar y aire.
En la actualidad, los biocombustibles 2G se erigen como un actor fundamental para conseguir los objetivos planteados por la Unión Europea en su paquete de medidas Fit for 55. Estas medidas pretenden reducir las emisiones netas de efecto invernadero en un 55% en el año 2030, respecto a 1990, y llegar a la neutralidad climática en 2050.
500.000 toneladas de SAF y HVO
En este contexto, Cepsa y Bio-Oils, compañía de biocombustibles de Apical, ya han arrancado la construcción de la que será la mayor planta de biocombustibles 2G del sur de Europa. Ubicada en Palos de la Frontera (Huelva), junto al Parque Energético La Rábida, la instalación producirá anualmente de manera flexible 500.000 toneladas de combustible sostenible de aviación (SAF, por sus siglas en inglés) y diésel renovable (HVO, por sus siglas en inglés), permitiendo a la joint venture formada por ambas compañías duplicar su capacidad de producción actual.
Por lo tanto, esta nueva planta de biocombustibles 2G, junto con las instalaciones que ya operan Cepsa y Bio-Oils en Huelva, formará el segundo mayor complejo de combustibles renovables de Europa, con una capacidad de producción total de un millón de toneladas al año. Su puesta en marcha está prevista para 2026 y su desarrollo supone una inversión de 1.200 millones de euros y la creación de 2.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, durante las fases de construcción y operación.
En este aspecto, Maarten Wetselaar, CEO de Cepsa, destaca que “este proyecto estratégico para España y Andalucía nos permitirá ser un referente europeo en el campo de las moléculas verdes y facilitará la descarbonización inmediata de sectores no electrificables, como el transporte aéreo. Damos comienzo así a un proceso que generará empleo de calidad para esta región y que permitirá abrir una nueva etapa de reindustrialización”.
Otros proyectos clave
De hecho, la nueva instalación permitirá que puedan desarrollarse otros proyectos clave para que Andalucía y España se reposicionen en el panorama energético internacional. De esta manera, además de SAF y HVO, la planta también producirá biogás, materia prima fundamental para la producción de hidrógeno renovable, indispensable para la descarbonización de la industria, ya sea para la misma planta, el parque energético junto al que se construye, o para la producción de fertilizantes.
Otro dato clave respecto a este proyecto es que los combustibles renovables desarrollados en este complejo evitarán la emisión de tres millones de toneladas de dióxido de carbono anuales, lo que equivale al 4% de las emisiones del transporte por carretera en España.
Asimismo, la nueva planta, que se construirá con la última tecnología para la producción de combustibles renovables, tendrá un impacto ambiental mínimo. Gracias al consumo de hidrógeno renovable, a la electricidad 100% renovable y a diferentes sistemas de recuperación de calor y eficiencia energética, esta instalación emitirá un 75% menos de dióxido de carbono que una planta de biocombustible tradicional, así como su diseño permitirá lograr las cero emisiones netas en el medio plazo.
Igualmente, no consumirá agua dulce, sino que únicamente utilizará aguas recuperadas, y sus emisiones hídricas tendrán un impacto mínimo en el ecosistema, ya que dispondrá de una potente planta de tratamiento de aguas. Por último, la instalación será nativa digital e incorporará los últimos avances para la industria en inteligencia artificial, internet de las cosas y análisis de datos.
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) abordados en el artículo:
- Objetivo 7: Energía asequible y no contaminante
- Objetivo 9: Industria, innovación e infraestructura
- Objetivo 11: Ciudades y comunidades sostenibles
- Objetivo 12: Producción y consumo responsables
- Objetivo 13: Acción por el clima
- Objetivo 14: Vida submarina
- Objetivo 15: Vida de ecosistemas terrestres
Metas específicas de los ODS identificadas en el artículo:
- Meta 7.2: Aumentar la proporción de energía renovable en el consumo final de energía
- Meta 9.4: Actualizar la infraestructura y reconvertir las industrias para que sean sostenibles
- Meta 11.6: Reducir el impacto ambiental negativo per capita de las ciudades
- Meta 12.2: Lograr la gestión sostenible y el uso eficiente de los recursos naturales
- Meta 13.2: Integrar medidas de cambio climático en las políticas, estrategias y planes nacionales
- Meta 14.1: Prevenir y reducir significativamente la contaminación marina de todo tipo
- Meta 15.1: Asegurar la conservación, restauración y uso sostenible de los ecosistemas terrestres
Indicadores de los ODS mencionados en el artículo:
- Indicador 7.2.1: Proporción de energía renovable en el consumo final de energía
- Indicador 9.4.1: Valor agregado bruto y empleo generado por las industrias sostenibles
- Indicador 11.6.1: Proporción de ciudades con un plan de acción para reducir el impacto ambiental
- Indicador 12.2.1: Huella ecológica y huella material por persona
- Indicador 13.2.1: Integración de medidas de cambio climático en las políticas nacionales
- Indicador 14.1.1: Índice de calidad del agua de mar
- Indicador 15.1.1: Superficie forestal como proporción del área total de tierra
Tabla de ODS, metas e indicadores:
ODS | Metas | Indicadores |
---|---|---|
Objetivo 7: Energía asequible y no contaminante | Meta 7.2: Aumentar la proporción de energía renovable en el consumo final de energía | Indicador 7.2.1: Proporción de energía renovable en el consumo final de energía |
Objetivo 9: Industria, innovación e infraestructura | Meta 9.4: Actualizar la infraestructura y reconvertir las industrias para que sean sostenibles | Indicador 9.4.1: Valor agregado bruto y empleo generado por las industrias sostenibles |
Objetivo 11: Ciudades y comunidades sostenibles | Meta 11.6: Reducir el impacto ambiental negativo per capita de las ciudades | Indicador 11.6.1: Proporción de ciudades con un plan de acción para reducir el impacto ambiental |
Objetivo 12: Producción y consumo responsables | Meta 12.2: Lograr la gestión sostenible y el uso eficiente de los recursos naturales | Indicador 12.2.1: Huella ecológica y huella material por persona |
Objetivo 13: Acción por el clima | Meta 13.2: Integrar medidas de cambio climático en las políticas, estrategias y planes nacionales | Indicador 13.2.1: Integración de medidas de cambio climático en las políticas nacionales |
Objetivo 14: Vida submarina | Meta 14.1: Prevenir y reducir significativamente la contaminación marina de todo tipo | Indicador 14.1.1: Índice de calidad del agua de mar |
Objetivo 15: Vida de ecosistemas terrestres | Meta 15.1: Asegurar la conservación, restauración y uso sostenible de los ecosistemas terrestres | Indicador 15.1.1: Superficie forestal como proporción del área total de tierra |
¡Atención! Este espléndido artículo nace de la fuente del conocimiento, moldeado por una maravillosa tecnología patentada de inteligencia artificial que profundizó en un vasto océano de datos, iluminando el camino hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Recuerda que todos los derechos están reservados por SDG Investors LLC, lo que nos permite defender el progreso juntos.
Fuente: eldiario.es
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