Guía práctica contra el negacionismo más pertinaz
Guía práctica contra el negacionismo más pertinaz elDiario.es
En verano siempre hace calor
El primer mantra del negacionismo es el que directamente niega el cambio climático, lo que en mitad de los sofocos veraniegos suele expresarse, abanico en mano, recitando el ya famoso “en verano siempre hace calor”. Efectivamente, por estas latitudes en verano suele hacer mucho calor, y hasta puede que en 1967 en Valdecojoncillos del Marqués llegasen a los 47 grados, como dice El Descampao con su gracejo habitual. E incluso podría haber ocurrido que en 2023 las noches hubiesen sido más fresquitas de lo habitual.
Para alimentar este mantra circulan por las redes fotos de los años 60 con termómetros a pleno sol que marcan 50º, o recortes de periódicos antiguos alertando de terribles olas de calor. Estas “supuestas evidencias”, además de ser fake en un alto porcentaje, no tienen validez científica alguna pues para comparar medidas, en este caso de temperatura, estas tienen que ser equiparables. Cualquiera puede entender lo que esto significa sin más que medir la temperatura en una habitación orientada al norte, y al día siguiente medirla en otra habitación que mira al sur, a pleno sol y con la persiana alzada. O utilizar un termómetro diferente cada día, uno de hace 40 años y otro digital de nueva generación. ¿Podríamos afirmar que un día ha hecho más calor que el otro? No, no podríamos. Las medidas que hemos hecho no son comparables porque ni han sido realizadas bajo las mismas condiciones, ni con termómetros que respondan de la misma manera. A los negacionistas hay que explicarles que estas “evidencias” que circulan por las redes son extraordinariamente burdas, y quien las hace circular se aprovecha de la credulidad y el desconocimiento de muchas personas en temas que son complejos. Es decir: está faltando al respeto que toda persona merece. Se está riendo de ellas.
El clima siempre ha cambiado
¡Por supuesto que el clima siempre ha cambiado! De ser una bola de fuego hace 4.500 millones de años la Tierra ha pasado a ser un planeta pletórico de vida (para un pequeño resumen de esta extraordinaria historia ver aquí). El clima de la Tierra no ha dejado de cambiar a lo largo de todo este tiempo por numerosos y variados factores, algunos de origen interno como la reconfiguración de continentes y océanos, las explosiones de los volcanes o la evolución de la biosfera, junto a otros de origen externo como son los ciclos de Milankovitch, el alejamiento de la Luna (que va alargando la duración del día), la actividad solar, o los meteoritos que se estrellan contra el planeta. Todos estos factores son sobradamente conocidos por la comunidad científica y han sido estudiados a fondo.
Muchos de estos factores tienen lugar en escalas temporales larguísimas, de millones de años, como es el caso de la reconfiguración de los continentes y las grandes masas oceánicas. Otros se producen en escalas de tiempo más cortas como los ciclos de Milankovitch, nombre que reciben las variaciones en la irradiancia que recibimos del sol debido al efecto combinado del tirón gravitacional que ejerce el conjunto de astros del sistema solar sobre la Tierra. Los ciclos de Milankovitch se suceden en periodos de decenas de miles de años, y hacen que los hemisferios terrestres no estén siempre a la misma distancia del Sol para la misma época del año, ni muestren la misma inclinación. Se les considera los responsables de las grandes glaciaciones cíclicas que se han ido sucediendo durante el Cuaternario. En cualquier caso, estos factores que actúan sobre periodos de tiempo tan largos no pueden ser los responsables del calentamiento actual, dado que este se está produciendo en una escala temporal de decenas de años. Podemos por tanto descartarlos por completo.
En el pasado hizo mucho más calor que ahora
La temperatura alcanzada tras la revolución industrial no sólo es superior a la que se ha medido por distintos métodos para los últimos 2.000 años, sino a todo el periodo de 12.000 años que se extiende desde que acabó la última glaciación, según se detalla en un estudio reciente. No obstante, sí es cierto que en un pasado más lejano hubo épocas mucho más calurosas que la actual, aunque debemos remontarnos millones de años en el tiempo para encontrarlas. Una de estas épocas fue el reinado de los dinosaurios, trágicamente terminado hace 66 millones de años por el impacto de un meteorito. Por aquella época en la Tierra había un único supercontinente, Pangea, rodeado por un único océano, Pantalasa, siendo la temperatura media varios grados superior a la actual. Ni que decir tiene que tanto la flora como la fauna estaban perfectamente adaptadas a un planeta que era muy diferente al actual, un planeta en el que los primates aún no habíamos hecho acto de presencia.
No somos los responsables del calentamiento global
La biosfera tiene una poderosa influencia en el clima al igual que la tenemos los sapiens, parte de la biosfera. En particular, hemos dejado una huella notoria tras la revolución industrial debido a la quema indiscriminada de combustibles fósiles, al arrojar cantidades gigantescas de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
El CO2 es, de hecho, absolutamente necesario para una vida basada en el carbono como es la vida terrestre. En el proceso de fotosíntesis de las plantas por el que estas adquieren energía para sus procesos vitales, consumen CO2 y expulsan oxígeno. El CO2 no sólo es necesario para las plantas, situadas en la base de la cadena alimentaria, también lo es para mantener la cantidad de oxígeno en la atmósfera, otro
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), metas e indicadores
1. ¿Qué Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se abordan o están conectados con los temas destacados en el artículo?
- Objetivo de Desarrollo Sostenible 13: Acción por el clima
- Objetivo de Desarrollo Sostenible 15: Vida de ecosistemas terrestres
2. ¿Qué metas específicas de los ODS se pueden identificar en función del contenido del artículo?
- Meta 13.1: Fortalecer la resiliencia y la capacidad de adaptación a los riesgos relacionados con el clima y los desastres naturales.
- Meta 15.1: Garantizar la conservación, restauración y uso sostenible de los ecosistemas terrestres y los ecosistemas interiores de agua.
3. ¿Hay algún indicador de los ODS mencionado o implícito en el artículo que pueda usarse para medir el progreso hacia los objetivos identificados?
- Indicador 13.1.1: Número total de muertes, desapariciones, personas heridas y personas afectadas por desastres relacionados con el clima per cápita y número de pérdidas económicas directas atribuidas a los desastres relacionados con el clima.
- Indicador 15.1.1: Superficie de ecosistemas forestales y terrestres gestionados de manera sostenible.
Tabla de ODS, metas e indicadores
ODS | Metas | Indicadores |
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ODS 13: Acción por el clima | Meta 13.1: Fortalecer la resiliencia y la capacidad de adaptación a los riesgos relacionados con el clima y los desastres naturales. | Indicador 13.1.1: Número total de muertes, desapariciones, personas heridas y personas afectadas por desastres relacionados con el clima per cápita y número de pérdidas económicas directas atribuidas a los desastres relacionados con el clima. |
ODS 15: Vida de ecosistemas terrestres | Meta 15.1: Garantizar la conservación, restauración y uso sostenible de los ecosistemas terrestres y los ecosistemas interiores de agua. | Indicador 15.1.1: Superficie de ecosistemas forestales y terrestres gestionados de manera sostenible. |
¡Atención! Este espléndido artículo nace de la fuente del conocimiento, moldeado por una maravillosa tecnología patentada de inteligencia artificial que profundizó en un vasto océano de datos, iluminando el camino hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Recuerda que todos los derechos están reservados por SDG Investors LLC, lo que nos permite defender el progreso juntos.
Fuente: eldiario.es
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