EDUCACIÓN DE CALIDAD, UNA LLAVE PARA EL FUTURO

En este artículo se refleja la educación en Colombia, la urgente necesidad en la cual se formen a nuestros niños en pro de un futuro de calidad, teniendo en cuenta todos los cambios que se han dado en programas educativos y como esto puede favorecer o perjudicar a niños, niñas, adolescentes, universitarios, etc.

EDUCACIÓN DE CALIDAD, UNA LLAVE PARA EL FUTURO

Dada la situación de la educación actual en Colombia, con alto nivel de retiro del sistema escolar, bajos niveles de aprendizaje, familias disfuncionales, desnutrición, falta de cobertura, bajo nivel en pruebas saber etc., es importante preguntarse en qué estado está actualmente la calidad de la educación y cómo están preparados los docentes, jóvenes y su entorno familiar para asumir los retos actuales que exigen una educación de calidad. 

Ante la necesidad de desarrollar las competencias en nuestros niños, debemos centrarnos en la calidad de la educación de y para los mismos, teniendo en cuenta que son el futuro de nuestro país. Una calidad de exige el compromiso no solo de docentes y estudiantes sino también de toda la comunidad que hace parte del proceso de formación, desarrollando en los estudiantes las competencias de educación, personales y sociales para que puedan formar parte activa de la sociedad.

Es importante tener en cuenta los cambios que se han producido a lo largo del tiempo con los avances tecnológicos y las herramientas digitales, comparada con una educación tradicional basada en una evaluación cuantitativa que permite determinar en qué grado ha sido alcanzado los objetivos educativos fijados con anterioridad Por otra parte, la educación de calidad debe tener en cuenta los ritmos de aprendizaje, el interés, las condiciones de vida al igual que el núcleo familiar, social y económico que rodea al estudiante.

La evaluación formativa es uno de los elementos principales de la calidad educativa, ya que es un proceso que retroalimenta el aprendizaje y posibilita su regulación por parte del estudiante, al igual que a los docentes en la adaptación de las actividades de aprendizaje, de acuerdo con sus necesidades y posibilidades.

No podemos dejar a un lado la parte emocional y su importancia en el desarrollo de las competencias de los niños, niñas, jóvenes y adolescentes, ya que permite comprender y regular emociones, establecer y alcanzar metas a favor del bienestar, estableciendo de manera constructiva relaciones de empatía, solidaridad, inclusión, dándoles las herramientas necesarias para tomar decisiones responsables.

Por otro lado, para alcanzar la calidad educativa es primordial tener en cuenta que la familia es el primer ente formador del niño y apoyo fundamental en su proceso educativo y desarrollo personal, permitiendo la interacción entre el colegio y la sociedad, como herramienta promotora y estimulante en las habilidades socio emocionales, enriqueciendo el proceso formativo y la interacción con el medio o el entorno, proceso que se lleva conjuntamente entre docente-estudiante-familia y entorno social.

Después de la familia la escuela es un ambiente clave en la adquisición de competencias que le permitirá a cada uno de los jóvenes enfrentar y solucionar sus problemas, teniendo la capacidad de sobreponerse a las adversidades (resiliencia).   La familia es el principal estimulante de las relaciones afectivas y la escuela fortalece este proceso, es a través de la lúdica que se crea una reacción proactiva, crítica y verbal.

Así se puede despertar en el niño un interés en la adquisición del conocimiento de manera significativa, construyendo conocimiento, partiendo de las ideas previas y vivenciadas en su entorno para la construcción de nuevos saberes que le permiten tener un aprendizaje de calidad para su vida en todos los aspectos.