Una nueva ronda de diálogo social (I): las políticas activas de mercado de trabajo

Una nueva ronda de diálogo social (I): las políticas activas de mercado de trabajo  Blogs El Confidencial

Una nueva ronda de diálogo social (I): las políticas activas de mercado de trabajo

El diálogo entre los interlocutores sociales y el Gobierno

En estos tiempos enfáticos para con el diálogo en el ámbito político y social como soporte de nuestros logros democráticos en los últimos 40 años, no estaría mal recordar uno de los instrumentos que más frutos ha proporcionado en este terreno. Nos referimos al diálogo que, de forma cuasi permanente, aunque con resultados variados, ha sido impulsado por los interlocutores sociales con la presencia habitual del Gobierno de turno en el desarrollo de aspectos cruciales de la política social y laboral. En otras ocasiones ya nos hemos referido en este mismo medio (por ejemplo, los que publicamos los días 20 y 21/07/2019) a la aportación del diálogo social a la consolidación de la democracia en España, y de forma especial a la implantación del estado de bienestar, como elemento indispensable del Estado de Derecho que diseña la Constitución de 1978. Ello, sin olvidar la consolidación de un modelo de relaciones laborales que ha primado el concierto y la negociación con resultados muy visibles en el ámbito de la conflictividad laboral.

Una nueva ronda de diálogo social

Es bajo esta perspectiva, que esperamos que una nueva ronda de diálogo social se abra camino entre los interlocutores sociales y el Gobierno que finalmente se conforme durante las próximas semanas. No son solo los fenómenos más o menos inmediatos (guerra en el este de Europa, tensiones inflacionistas y sus consecuencias sobre la orientación de la política monetaria y la política fiscal, efectos en las cadenas de producción de la pandemia y el retorno de las consideraciones geoestratégicas en el diseño de las políticas industriales y comerciales, etc.), sino, de forma especial, los que apuntan hacia el futuro de un mundo de trabajo profundamente cambiante (avance de las tecnologías digitales, incorporación de la Inteligencia artificial al diseño de las relaciones laborales, aplicación intensiva programas de descarbonización y energías renovables, etc.), los que requieren de nuevas reflexiones y acuerdos prácticos por parte de los interlocutores sociales.

Las políticas activas del mercado de trabajo

Por supuesto, las políticas activas de empleo pertenecen al ámbito de las políticas laborales que deberían estar en el primer lugar de las prioridades. El impulso de las políticas de activación forma parte de las grandes prioridades establecidas por el Gobierno español en el plan de recuperación remitido a las autoridades europeas, además, el Parlamento aprobó recientemente, al final de la pasada legislatura, una nueva Ley de Empleo que supone algún avance importante en la materia.

Entre las políticas activas, la formación profesional continua constituye uno de los terrenos más fructíferos e importantes en este momento de transición productiva y tecnológica. Al respecto es importante dejar claras las prioridades. Por ello, resulta conveniente subrayar que no estamos hablando tan solo de un simple traspaso de competencias en el espacio de las administraciones públicas, desde el ámbito laboral al educativo, como el abordado con anterioridad a la aprobación de la Ley de Empleo pueda arreglar por sí mismo ni siquiera una mínima parte de los retos pendientes.

Que la formación para el empleo debe formar parte de un solo modelo en el que también debe integrarse la formación profesional reglada de carácter educativo, es algo que nadie a estas alturas discute. Pero el lugar de la formación para el empleo es la empresa y sus necesidades cuando se trata de formación continua de los trabajadores ocupados. Por las mismas razones, la formación de los desempleados debe descansar en la gestión de los servicios públicos de empleo con una vinculación estrecha en los instrumentos de orientación y reciclaje laboral.

El lugar de la formación para el empleo es la empresa y sus necesidades cuando se trata de formación continua de los trabajadores ocupados

Como hace ya varias décadas puso de manifiesto Gösta Rehn, uno de los grandes impulsores de las modernas políticas de activación para el empleo, “el lugar que debe ocupar la política de formación para el empleo no solo debe estar cerca, sino formar parte esencial del territorio que hoy ocupan la política laboral y la política activa de empleo”.

Llegados a este punto, merece la pena realizar algunos comentarios generales sobre los instrumentos adicionales a la blogs.elconfidencial.com

 

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