América Latina: desafíos y oportunidades medioambientales
América Latina: desafíos y oportunidades medioambientales - Revista Haz Revista Haz
América Latina y su riqueza en biodiversidad
América Latina es una de las zonas de mundo más ricas en biodiversidad. Se calcula que alberga más de la mitad de la diversidad biológica mundial, el 50% de los bosques primarios (que nunca han sido explorados por el hombre) y más del 20% de la tierra cultivable del planeta.
Esta riqueza le sitúa como un actor clave en la lucha climática, pero también como una de las regiones más afectadas por la crisis del clima y los fenómenos meteorológicos extremos, que están cobrándose vidas y causando graves daños a la salud, al agua, la energía y al desarrollo socioeconómico de la zona, según un informe de Naciones Unidas.
En medio de estas crisis globales -la climática y la pérdida de biodiversidad-, Latinoamérica se enfrenta a otros retos medioambientales como la deforestación, la contaminación, la minería ilegal o los residuos.
La agroecología frente al clima y el hambre
La población mundial aumenta y hay que producir alimentos, pero ¿cómo hacerlo resguardando la naturaleza? La agroindustria, basada en monocultivos y en el uso de agroquímicos, produce un impacto ambiental negativo.
La alternativa que se propone es la agroecología, un modelo vinculado al desarrollo rural sostenible y al fomento de la agricultura familiar y de comunidades indígenas y campesinas.
Se trata de un modelo arraigado en Latinoamérica, donde existen numerosas iniciativas y acciones para promover y fortalecer esta práctica, tanto por parte de los gobiernos, como de la sociedad civil.
De la conocida como ‘revolución agroecológica’ en América Latina, su desarrollo y sus beneficios para el medio ambiente y la producción de alimentos os hablamos en: Las claves de la agroecología que hay que copiar de América Latina.
La apuesta de Latinoamérica por el hidrógeno
La demanda energética global va en aumento. Según los últimos cálculos de la Agencia Internacional de la Energía, hasta 2040 esa demanda podría aumentar entre un 25 y un 30%. Cubrir este considerable incremento con energía dependiente del petróleo y el carbón se traduciría en más emisiones de gases de efecto invernadero y, consecuentemente, en un agravamiento de la crisis climática.
Las energías limpias se abren paso y, entre ellas, el hidrógeno verde, que puede jugar un rol importante en la descarbonización de la economía.
América Latina podría ser clave en el impulso de esta alternativa energética. Según el Banco Mundial, la región tiene las capacidades para convertirse en una de las más competitivas del mundo en la producción de hidrógeno verde para 2030, y con ello lograr una transición energética justa que genere beneficios económicos, ambientales y sociales que favorezcan a las comunidades locales.
Países como Chile, Colombia, Paraguay y Uruguay ya cuentan con hojas de ruta del hidrógeno. En el reportaje La ruta de Latinoamérica en su apuesta por el hidrógeno te contamos esos planes y el papel de América Latina en la transición energética.
Ganadería sostenible frente a la deforestación
La deforestación continúa siendo uno de los principales problemas medioambientales en Latinoamérica. Según un informe reciente de la Red Latam de Jóvenes Periodistas, entre 2001 y 2021 la región ha perdido más de 39 millones de hectáreas de bosques primarios, una extensión equivalente a la desaparición de toda Alemania, con las consecuencias que esta devastación tiene para la pérdida de la biodiversidad y el calentamiento global.
Las causas de esta pérdida boscosa son varias: la ganadería, la agricultura, la captación de agua, los incendios, la tala ilegal, la extracción de minerales y la creación de infraestructura de transporte, entre otras, pero el informe destaca también la demanda mundial de carne, que ha empujado a América Latina a aumentar su producción extendiendo sus pastizales ganaderos sobre miles de hectáreas que antes eran bosques.
Esta situación ha llevado a adoptar medidas. La Unión Europea ha aprobado recientemente una ley pionera que veta la importación de productos, como la carne, café, madera o soja, producidos en tierras deforestadas. Además, establece estrictas normas obligatorias de diligencia debida a las empresas que desean colocar productos relevantes en el mercado europeo o exportarlos. Todo un reto para el sector agroexportador latinoamericano, que para frenar la pérdida de bosques y responder a las nuevas exigencias de la UE, se ve ante la necesidad de redefinir sus modos de producción.
En el reportaje hazrevista.org
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