LA EDUCACIÓN DE CALIDAD COMO BASE DE LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE

El presente artículo busca exponer la realidad de la educación y su importancia, especialmente como un Objetivo de Desarrollo Sostenible, siendo este particularmente la base para los demás. Se exponen algunos medios en los que es posible su realización, y cuál es su impacto frente a los otros objetivos.

LA EDUCACIÓN DE CALIDAD COMO BASE DE LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), también conocidos como Objetivos Globales, fueron adoptados por las Naciones Unidas en 2015 como un llamamiento universal para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que para el 2030 todas las personas disfruten de paz y prosperidad (PNUD). Entre ellos, la Educación de Calidad propone el libre y equitativo acceso a la educación para todas las personas en cualquier nivel académico, sea primario o universitario, todo esto con el fin de garantizar la igualdad de oportunidades y el mejoramiento de la calidad de vida para las personas de bajos recursos, garantizando no sólo el aumento de las personas alfabetizadas en el mundo, sino también erradicando la pobreza al abrir el campo laboral para todos.

La Educación de Calidad está directamente relacionado con todos los demás objetivos planteados por la ONU, dotándole de suma importancia al ser la base para el cumplimiento de los mismos. Al cimentar una educación digna e íntegra de valores humanos y conocimientos académicos, se puede garantizar la meta de los objetivos de manera eficiente, más no de forma inmediata. Si bien lo establecido es alcanzar dichas metas para el 2030, todavía queda un largo camino y años por recorrer para avalar una verdadera calidad en el estudio a nivel global. Es entonces que se debe hacer un seguimiento activo para la continua aplicación de medios para hacer todo aquello realidad. Se han dado grandes pasos frente a este compromiso, pues alrededor del 91% de los niños en los países desarrollados cuentan con matrícula en la educación primaria, lo que sin duda empieza a poner en marcha el resto de los procesos necesarios para expandir estos resultados hacia los países en vía de desarrollo, donde más de 617 millones de jóvenes todavía carecen de un nivel mínimo de alfabetización. Se estima que el 50% de los niños o jóvenes que no cuentan con acceso a la educación son aquellos afectados por el conflicto, la pobreza y la desigualdad de género; esto último siendo particularmente alarmante, pues aproximadamente un tercio de los países de las regiones en vía de desarrollo no ha logrado la paridad entre los géneros en el acceso a la educación, dificultando así el acceso al mercado laboral.

Dado las situaciones anteriormente expuestas, es inevitable preguntar cómo se pueden erradicar estas situaciones de tal manera que se pueda seguir avanzando hacia la meta de los demás objetivos. La intervención directa y activa de los gobiernos se hacen necesarios a la hora de buscar los medios para el desarrollo de la educación. Es por esto que, a través de los últimos años, las instituciones educativas han adoptado proyectos que difundan los Objetivos de Desarrollo Sostenible e incentiven acciones donde se vean reflejados. A través de políticas y prácticas afirmativas, tales como la educación gratuita, especialmente para grupos vulnerables y marginados, y la continua inversión de recursos en el desarrollo de centros educativos y en la elaboración de herramientas pedagógicas, es que se pueden obtener resultados significativos y satisfactorios ante estos procesos, promoviendo la importancia de la educación en las comunidades locales. También las empresas, tanto en el sector privado como público, pueden contribuir de diferentes maneras a este objetivo, alentando y promoviendo la educación continua por medio de capacitaciones y programas destinados al mejoramiento de las competencias de los empleados, proporcionándoles incentivos para su efectivo desarrollo, ofreciendo oportunidades laborales a estudiantes con razón en formar y reforzar los conocimientos técnicos de los jóvenes o a personas en situación de vulnerabilidad en comunidades locales donde la empresa tenga operaciones y finalmente promoviendo políticas  internas, compromisos con los derechos humanos, el medioambiente, la transparencia o la igualdad de género, formando a sus empleados bajo estos principios y promulgando los Objetivos de Desarrollo Sostenible para ellos, sus proveedores y personas de interés.

Finalmente, es necesario reafirmar que la educación es sólo el primer paso para poner en marcha los Objetivos de Desarrollo Sostenible y dar cumplimiento a las metas que estos proponen para hacer del mundo un lugar mejor. Por medio de la Educación de Calidad es que se pueden cimentar valores firmes en los jóvenes, tales como la tolerancia, la aceptación y el respeto para construir relaciones de paz entre las personas y comunidades donde exista una verdadera igualdad, ofreciendo un acceso y trato equitativo para oportunidades laborales o educativas. Con métodos pedagógicos eficientes es que también se puede promover el cuidado del medio ambiente, sus componentes y los seres vivos que conviven con las personas, creando hábitos sanos que fomenten la sostenibilidad basados en el correcto manejo de los residuos y la reutilización de los mismos. Con el acceso a la educación se garantiza iguales oportunidades para las niñas y mujeres, erradicando la discriminación que existe contra las mismas; así mismo, erradica lo que hoy se conocen como clases sociales, pues con esta se brinda la oportunidad para salir del ciclo de pobreza. El correcto desarrollo de este objetivo es, indudablemente, una alternativa sana y que compromete a todas las personas para el cuidado del planeta tierra.