EL PEQUEÑO GRAN DESEO DE UNA COLOMBIA EN IGUALDAD DE CONDICIONES
El artículo es una reflexión sobre cómo la falta de igualdad en todo el mundo y en nuestro país afecta a nuestro ser interno, a nuestro desarrollo humano y a nuestra dignidad vital, es por eso, que con base en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), te hace la invitación hacia la integración, la libertad del ser y la realización personal para con el prójimo, a través de las metas del objetivo número diez: disminución de las desigualdades.
EL PEQUEÑO GRAN DESEO DE UNA COLOMBIA EN IGUALDAD DE CONDICIONES
Yuri Estefanía Cifuentes Montoya
Estudiante del programa de Ingeniería Agroindustrial
Universidad La Gran Colombia
Armenia, Quindío, Colombia
RESUMEN
El artículo es una reflexión sobre cómo la falta de igualdad en todo el mundo y en nuestro país afecta a nuestro ser interno, a nuestro desarrollo humano y a nuestra dignidad vital, es por eso, que con base en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), te hace la invitación hacia la integración, la libertad del ser y la realización personal para con el prójimo, a través de las metas del objetivo número diez: disminución de las desigualdades.
PALABRAS CLAVES
Desigualdad, Igualdad de condiciones, Objetivos de Desarrollo Sostenible Universidad La Gran Colombia Armenia
Los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) Son un acuerdo que se hizo entre una gran cantidad de países, dónde los líderes sociales, en el seno de las Naciones Unidas acordaron la alianza de dichos objetivos para disminuir la pobreza, para cuidar al planeta y reducir las desigualdades, todo lo anterior con vigencia hasta el año 2030.
En el mundo, la reducción de las desigualdades (ODS No. 10), se nos introduce como un interés por reducir lo máximo posible la brecha en todo lo relacionado a oportunidades para la educación, la salud, lo laboral y los ingresos; para que todas las personas estén en igualdad económica, política y social, priorizando la inclusión de los grupos vulnerables y la inversión directa en regiones que lo necesiten.
Desde un vistazo personal, yo planteo que es importante armar, cada uno de nosotros, nuestro discurso social, y ser conscientes de que en nuestro país y en nuestro entorno más cercano las desigualdades muerden nuestros huesos, que la corrupción está presente en cada grano de arroz que nos sirven en la mesa y que el bienestar, y la propia solidaridad frente a la cual corresponde preguntarnos al menos una vez: "¿Que necesita el otro?".
No es un secreto a los ojos de nadie que solamente una pequeña porción de la población se abastece del producto y los recursos de la economía, mientras que los estratos más bajos, que son una gran mayoría, reciben un pequeño porcentaje. La desigualdad está frente a nosotros, tan cerca que duerme y se desvela junto a nosotros, junto a nuestra cama, cada noche.
Al mismo tiempo, este agravante se evidencia mayormente afectando en la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidades, mujeres, y hasta inmigrantes, quienes en un empleo donde se supone que deba haber equidad de condiciones, reciben un salario inferior y un ambiente muy poco apropiado de trabajo.
Me he encontrado un escenario entristecedor, un flagelo para nuestro país, y es que, para acceder a un trabajo se requieren muchas condiciones, y una de las que imponen unas de estas personas que solo buscan manchar nuestra dignidad, es que los que no llevan mucho tiempo trabajando, solo deberían aspirar en un puesto de trabajo para conseguir experiencia. Y esta va totalmente ajena al valor de su salario. Este tipo de personas usan el argumento mencionado para ahorrarse el pagar horas extras que obligan a hacer a sus trabajadores, ignorando así por completo la alianza internacional, derechos tan significativos para nuestro país como los son los de los trabajadores, y pasando por encima de la vida prospera que buscan los aspirantes a un empleo.
Esto es gravísimo, pues se supone de las empresas, son la población más importante para cumplir con el objetivo número 10 de los ODS. La regulación de los mercados y las instituciones financieras se pierde, gracias a factores y situaciones que pasan todos los días, pero nosotros somos ciegos ante ellos.
El tiempo se está acabando, la podredumbre se amontona, las enfermedades encuentran puertas abiertas, el agua se agota, la comida se ha convertido en veneno, sería ésta mi primera declaración, dijo la mujer del médico, Y la segunda, preguntó la chica de las gafas oscuras, Abramos los ojos…
(Saramago, 1995, pág. 221)
Como una cadena de errores, cuando se levanta el primer detrimento, se interrumpe el desarrollo humano, el bien común, disminuye el crecimiento en buena dirección del país y nos deja ver un lado de pobreza, no solo fomentada en lo económico, sino también en lo ético y en lo moral. Lo que nos lleva a una reflexión sobre cómo laboramos en nuestro día a día, ¿A quiénes incluimos en nuestros proyectos?, ¿Qué es lo que otros necesitan?, ¿Cómo puedo mejorar yo a mí país? Porque si bien desearlo e imaginarlo es algo dichoso, el verdadero desarrollo es tener la fortaleza de tomar la decisión y tener el temple de no dejarse cegar por la codicia, que desemboca en la corrupción del alma...
¿Cómo puedo cambiarlo? Es una pregunta muy simple y compleja a la vez. Consiste en las metas que propone el punto diez: la reducción de las desigualdades.
Este puede ser el camino:
Procesos de transparencia, adoptando políticas de igualdad, contratando a jóvenes en situaciones desfavorables, fomentando la inclusión de personas con discapacidad y la formación laboral, impulsando la economía social, valorando el trabajo de nuestros campesinos en la medida que requieren, y cumpliendo con las leyes y regulaciones que impone nuestra carta magna y las autoridades respecto a lo laboral, económico, social y ambiental; entre otros.
En conclusión, es de vital importancia apropiarnos de los valores fundamentales de justicia y rectitud para dar el ejemplo dentro de nuestra ciudad y nuestro país, porque no es imposible equilibrar el acceso a oportunidades. Solo se trata de ponernos la mano en la conciencia y dejar de ser indiferentes. Al final del día depende de lo que tengamos en nuestros corazones.
Ministerio del Medio Ambiente. ¿Qué son los ODS? En: https://ods.mma.gob.cl/que-son-los-ods/
Saramago, José. (1996). Ensayo sobre la ceguera. Editorial Caminho, S.A., Lisboa. En: https://web.seducoahuila.gob.mx/biblioweb/upload/Saramago,%20Jose%20-%20Ensayo%20sobre%20la%20ceguera.pdf
Departamento Nacional de Planeación. 10. Reducción de las desigualdades En: https://ods.dnp.gov.co/es/objetivos/reduccion-de-las-desigualdades