Estrategia Brete invita al trabajo infantil en mujeres y jóvenes, aunque deberían “estar estudiando” • Semanario Universidad

Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)

• ODS 1: Fin de la pobreza
• ODS 4: Educación de calidad
• ODS 5: Igualdad de género
• ODS 8: Trabajo decente y crecimiento económico
• ODS 10: Reducción de las desigualdades

El ministro de Trabajo, Andrés Romero, aseguró que la Estrategia de Empleabilidad “Brete” se dirige a personas que están buscando empleo activamente, priorizando personas jóvenes de 15 a 24 años, mujeres de 15 a 35 años y personas con discapacidad y que no cuentan con los recursos socioeconómicos para financiarse un proceso de formación para el empleo.

Lo que no dice el ministro es que a los 15 años un joven debería estar en las aulas estudiando y no buscando de forma independiente opciones de capacitación para conseguir un empleo o, por lo menos, eso debería perseguir una verdadera política nacional de empleo.

De acuerdo con Frank Ulloa, abogado laboralista y asesor de la Regional Latinoamericana de la UITA (Rel UITA), el gobierno anuncia en sus objetivos incorporar trabajo infantil de más mujeres y jóvenes, aunque no indica una sola estrategia de cómo lo harán sin que se dé en condiciones de explotación o desventaja laboral, y deja esa tarea a las empresas con el apoyo del Gobierno.

“Dice el ministro con toda naturalidad que los trabajadores de 15 años están entre su población meta, cuando deberían estar estudiando. ¿Qué condiciones ofrece este gobierno a los jóvenes que buscan un primer empleo?, mientras que asegura, atenderán de manera prioritaria a la población en condición de pobreza extrema, pobreza básica y vulnerabilidad económica, con especial atención en hogares con jefatura femenina y personas con discapacidad, nuevamente, ¿cuáles serán las estrategias?”.

Añade el experto, que esta iniciativa —que más bien suena a relanzamiento de estrategias preexistentes de gobiernos anteriores— está vacía de contenidos concretos y no incorpora estrategias que motiven la mejora salarial, en un país donde los salarios han venido en picada, pues según ha documentado el Banco Central de Costa Rica (BCCR) la pérdida de los ingresos reales de las personas alcanza el 6%.

Tampoco aclara la propuesta, dijo Ulloa, cómo va a fortalecer la participación de las personas con discapacidad, tanto en la educación como en el trabajo, donde lo que priva, en su mayoría, es la discriminación.

“La salud laboral y el reconocimiento de los derechos humanos relativos al trabajo están ausentes en dicha estrategia; no hay propuesta para estimular la negociación colectiva, ni garantías para la ampliación de la libertad sindical, que es un requisito para que cualquier política de empleo cumpla con las condiciones del trabajo decente. Mucho menos dice qué políticas educativas impulsarán para facilitar el acceso, permanencia y conclusión de estudios formativos para las personas con discapacidad y lo reducen a certificar que la gente hizo estudios en matemática”, añadió el especialista.

Una política nacional de empleo debería incluir acciones para reducir brechas salariales, establecer una verdadera red de cuido, para que las mujeres tengan oportunidades reales de formarse y acceder a empleos decentes, y lograr que las 167.000 personas que decidieron dejar de buscar trabajo desde octubre pasado vuelvan a la fuerza laboral.

“‘Brete’ no es nada nuevo en el escenario mundial, sigue siendo una herramienta para la precarización del empleo, médicos haciendo de visitadores farmacéuticos; trabajadores rurales subcontratados y sobreviviendo sin derechos laborales mediante el pago de jornales; mujeres sin ninguna oportunidad de empleos dignos, trabajando largas jornadas; y generaciones de jóvenes frustrados por falta de empleo formal y sin esperanza alguna de obtener una jubilación”.