PODER FEMENINO
En el presente texto se pretende introducir el alcance que ha tenido Colombia en las últimas décadas en relación a la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, por medio de la ratificación de tratados internacionales y el desarrollo de leyes especiales que tienen como objetivo promover y garantizar los derechos humanos de las mujeres, niñas y adolescentes en empoderamiento económico, participación política y flujos migratorios.
Se debe partir por comprender en qué consiste la igualdad de género, la cual implica que todas las personas tengan los mismos derechos, oportunidades y protecciones independientemente de su identidad. A lo largo del tiempo, las mujeres han luchado para que se les reconozca sus derechos humanos conforme al género masculino, por medio de movimientos orientados al “feminismo”, así, desde aproximadamente el siglo XIX las mujeres empiezan a participar en luchas organizadas colectivas que dieron acontecimientos históricos como lo fue la Revolución Burguesa en donde no sólo participaron mujeres burguesas y mujeres de clase obrera que buscaron reivindicar la igualdad de los derechos civiles, laborales, políticos y educativos. Es
de resaltar que en la Segunda Guerra Mundial en Europa se reconoció el voto a las mujeres, gracias a los aportes de las precursoras como lo fueron Emma Goldman y Simone de Beauvoir, mujeres iniciantes del nuevo feminismo que tenían como fin contextualizar el concepto de patriarcado, la opresión masculina, el rol en la familia, trabajo doméstico, sexualidad, estudio de la vida cotidiana, así como otros aspectos que ubican a la mujer en un estado de vulnerabilidad.
Como lo reflexiona la activista feminista en su libro el segundo sexo “No se nace mujer, se llega hacerlo” en lo cual ella diferencia los conceptos de femenino y mujer que se parte del nacimiento biológico para la construcción social, cultural y educacional, las cuales sitúan a la mujer en enfrentar posibilidades y límites para desenvolverse en una sociedad contemporánea arraigada por el poder del patriarcado, que es fundado desde la institución primordial de todos los seres humanos: la familia.
Se pueden tomar como ejemplo claro, situaciones que comúnmente pasan por desapercibidas, dada la normalización cultural que existe al momento de, verbigracia: regalar juguetes — a las niñas Barbies, a los niños carros — usar colores —rosa para una, azul para el otro — o expresar el género (este término hace referencia a la apariencia, comportamientos, actitudes y gestos designados, según la categoría de femenino y masculino); otras instituciones que tienen predominio en la sociedad es el estado, la iglesia, el sistema educativo entre otras.
Los diferentes movimientos, dentro del feminismo, mediante las olas revolucionarias contra el machismo a lo largo de la historia, han alcanzado logros significativos a favor de la igualdad , los derechos y la libertad de la mujer como anteriormente se mencionó, el primer logro fue el reconocimiento del sufragio, de igual forma el acceso a la educación superior, a decidir sobre el embarazo y el método de planificación a su elección, libertad sexual y fin de la discriminación del deseo sexual femenino, democratización para los diversos códigos de vestimenta, protección social laboral especialmente en estado de gestación , derecho al aborto en ciertos países etc.
Es importante mencionar, que aun en la actualidad, se evidencia las desigualdades de género en campos como la pobreza, son más pobres las mujeres que los hombres a causa de que el acceso al mundo laboral es de mayor facilidad para el género masculino, porque se asumen determinados estereotipos y roles de género en función de su sexo, en la educación son más las niñas que no pueden acceder a la escolaridad o que no pudieron terminar por embarazos no deseados, matrimonio precoz, condiciones de seguridad y violencia sexual, situaciones claves para su emancipación a comparación de los hombres, situación que se refleja en el analfabetismo, otro ámbito de gran relevancia, es la violencia ,las mujeres están expuestas en mayor probabilidad a la mutilación genital, trata de personas y el conflicto armado lo que conlleva a enfermedades de la mujer o enfermedades de transmisión sexual y hasta el fallecimiento.
Finalmente, como sociedad debemos promover la igualdad de género con pequeñas acciones como en la división de las tareas domésticas o el cuidado de los hijos, reprender actitudes machistas, votar por mujeres, exigir una cultura laboral igualitaria, denunciar casos de sexismo y demás, son pequeñas acciones que contribuyen en la construcción de una sociedad igualitaria que tiene como fin darles el mismo valor a ambos géneros tanto masculino como femenino.