IPE: 19 DE 25 REGIONES DEL PAÍS HAN REGISTRADO UNA REDUCCIÓN DE EMPLEO JUVENIL – RCR Peru

Informe sobre la Situación del Empleo Juvenil en el Perú y su Vínculo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)

El presente informe analiza la crítica situación del empleo juvenil en el Perú, basándose en los datos proporcionados por el Instituto Peruano de Economía (IPE). A pesar de un crecimiento económico nacional cercano al 3%, el empleo para la población joven ha experimentado un retroceso consecutivo durante tres años, lo que representa un obstáculo significativo para el cumplimiento de varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030.

Análisis de la Contracción del Empleo Juvenil

Indicadores Nacionales y Regionales

La contracción del empleo juvenil es un fenómeno generalizado en el territorio peruano. Los datos revelan una tendencia alarmante que se desvincula de la recuperación económica general post-pandemia.

• En 2024, 19 de las 25 regiones del país registraron una reducción del empleo en este segmento poblacional.
• La tendencia negativa se mantiene en 2025, afectando a 11 de las 26 principales ciudades.
• Lima Metropolitana es el caso más severo, con una pérdida absoluta de 165 mil puestos de trabajo para jóvenes en comparación con los niveles de 2019.

Impacto en Zonas Vulnerables

El deterioro es más pronunciado en regiones con altos índices de pobreza, lo que agrava las desigualdades existentes y dificulta el avance hacia el ODS 1 (Fin de la Pobreza) y el ODS 10 (Reducción de las Desigualdades).

1. Ancash y Cusco: Presentan una caída superior al 10% en el empleo juvenil.
2. La Libertad: Registra un retroceso del 8%.
3. Cajamarca: Muestra una disminución cercana al 7%, siendo una de las zonas más afectadas por la pobreza y la pobreza extrema en el país.

Adicionalmente, se ha identificado un grupo de 200 mil jóvenes que no estudian, no trabajan ni buscan empleo, lo que evidencia una exclusión profunda del sistema económico y social.

Implicaciones para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)

ODS 8: Trabajo Decente y Crecimiento Económico

La precariedad laboral es el principal desafío para la juventud peruana, contraviniendo directamente las metas del ODS 8.

• Informalidad: La tasa de informalidad en los jóvenes alcanza el 85%, muy por encima del promedio nacional del 70%. Esto los priva de derechos laborales básicos, seguridad social y compensaciones.
• Inestabilidad: Se estima que uno de cada cuatro jóvenes con empleo formal podría transitar a la informalidad en el próximo año, lo que demuestra la fragilidad de su inserción laboral.
• Reducción de Oportunidades: La disminución de modalidades como el empleo a tiempo parcial (part-time) refleja una caída generalizada en la oferta de trabajo para este grupo.

ODS 5: Igualdad de Género

Existen marcadas brechas de género que obstaculizan el logro del ODS 5. Las mujeres jóvenes enfrentan barreras adicionales para su inserción y permanencia en el mercado laboral.

• La mitad de las mujeres jóvenes que no buscan empleo lo atribuyen a la dedicación a quehaceres del hogar.
• Las mujeres jóvenes realizan tres veces más horas de trabajo doméstico no remunerado que los hombres, limitando sus oportunidades de desarrollo profesional y económico.

ODS 4: Educación de Calidad

La brecha de habilidades y la desarticulación entre el sistema educativo y las demandas del mercado laboral impiden que los jóvenes accedan a empleos de calidad, un componente clave del ODS 4.

• La baja calidad educativa y la falta de información actualizada dificultan la elección de carreras con demanda real.
• El 18% de los puestos laborales actualmente ocupados por jóvenes están en alto riesgo de ser reemplazados por la inteligencia artificial, lo que subraya la urgencia de adaptar los programas educativos a las habilidades del futuro.

ODS 16: Paz, Justicia e Instituciones Sólidas

La falta de oportunidades laborales está correlacionada con un aumento de la inseguridad y la participación en economías ilegales, lo que amenaza la estabilidad y el desarrollo pacífico promovido por el ODS 16.

• Se observa una creciente migración de jóvenes hacia regiones como Madre de Dios, atraídos por actividades de riesgo como la minería ilegal.
• Estudios regionales han encontrado una correlación entre la disminución del empleo juvenil y el aumento de denuncias por robo, sugiriendo un vínculo entre la exclusión económica y la criminalidad.

Conclusiones y Desafíos

La situación del empleo juvenil en el Perú representa una emergencia que compromete el desarrollo sostenible del país. Es imperativo diseñar e implementar políticas públicas focalizadas que aborden de manera integral los siguientes desafíos:

1. Combatir la alta tasa de informalidad que afecta a la juventud.
2. Cerrar las brechas de género en el acceso al mercado laboral y en la distribución del trabajo no remunerado.
3. Alinear la oferta educativa con las necesidades del sector productivo para mejorar la empleabilidad.
4. Generar oportunidades económicas lícitas para prevenir la participación de los jóvenes en actividades de riesgo.

Atender esta problemática es fundamental para no dejar a nadie atrás y avanzar de manera efectiva en el cumplimiento de la Agenda 2030.

1. ¿Qué Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se abordan o están conectados con los temas destacados en el artículo?

El artículo aborda de manera directa e indirecta varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) debido a la naturaleza multifacética del problema del desempleo juvenil en el Perú. Los ODS identificados son:

• ODS 1: Fin de la pobreza

  El artículo establece una conexión directa entre el desempleo juvenil y la pobreza. Menciona que “el deterioro es más evidente en regiones con alta pobreza, por ejemplo, en Cajamarca”, una de las zonas más afectadas por la pobreza y la pobreza extrema. La falta de oportunidades laborales para los jóvenes agrava la situación de pobreza de sus familias y comunidades, perpetuando el ciclo de la pobreza.

• ODS 4: Educación de calidad

  Se destaca la “brecha de habilidades, la baja calidad educativa y la falta de información actualizada sobre las necesidades del mercado” como obstáculos clave para la inserción laboral de los jóvenes. Esto se relaciona con la necesidad de una educación pertinente y de calidad que prepare a los jóvenes para el mercado laboral actual y futuro, especialmente ante la amenaza de la automatización, ya que “el 18% de los puestos laborales actuales ocupados por jóvenes están en riesgo de ser reemplazados por inteligencia artificial”.

• ODS 5: Igualdad de género

  El artículo resalta una clara “marcada brecha de género” en la fuerza laboral juvenil. Se señala que “la mitad de mujeres jóvenes no buscan trabajo por dedicarse a quehaceres del hogar” y que “realizan tres veces más horas de trabajo no remunerado que los hombres”. Esta carga desproporcionada de trabajo no remunerado actúa como una “barrera adicional para su inserción laboral”, evidenciando una profunda desigualdad de género en el ámbito económico.

• ODS 8: Trabajo decente y crecimiento económico

  Este es el ODS central del artículo. La discusión se centra en la reducción del empleo juvenil, la alta tasa de informalidad (85% entre los jóvenes), la precariedad laboral y la falta de acceso a derechos básicos como seguros y compensaciones. El texto describe un escenario contrario al trabajo decente y muestra cómo, a pesar de un crecimiento económico general del 3%, este no se traduce en oportunidades para la juventud.

• ODS 10: Reducción de las desigualdades

  El artículo expone múltiples formas de desigualdad. Primero, la desigualdad generacional, donde los jóvenes son los más afectados por la crisis laboral post-pandemia. Segundo, la desigualdad regional, con caídas de empleo más pronunciadas en regiones como Ancash, Cusco y La Libertad en comparación con otras. Tercero, la desigualdad de género ya mencionada. Estas disparidades impiden un desarrollo inclusivo y equitativo.

• ODS 16: Paz, justicia e instituciones sólidas

  Se establece un vínculo entre la falta de oportunidades económicas y el aumento de la inseguridad. El artículo sugiere que “la falta de oportunidades laborales podría estar vinculada con un incremento de la inseguridad y la economía ilegal”, mencionando la correlación entre menor empleo y mayores denuncias por robo. Además, la migración de jóvenes hacia actividades como la minería ilegal en Madre de Dios también apunta a un debilitamiento del estado de derecho y a la búsqueda de sustento en economías ilícitas.

2. ¿Qué metas específicas de los ODS se pueden identificar en función del contenido del artículo?

Basado en el análisis del artículo, se pueden identificar las siguientes metas específicas de los ODS:

1. Meta 8.5: Lograr el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos los hombres y mujeres, incluidos los jóvenes.

   El núcleo del artículo es la falta de empleo para los jóvenes. Cifras como “165 mil jóvenes menos trabajando” en Lima y la caída del empleo juvenil en 19 de 25 regiones demuestran que el país se está alejando de esta meta. La alta tasa de informalidad del 85% entre los jóvenes también indica una falta de “trabajo decente”.

2. Meta 8.6: Reducir considerablemente la proporción de jóvenes que no están empleados y no cursan estudios ni reciben capacitación (los “ninis”).

   El artículo menciona explícitamente este problema al afirmar que “hay 200 mil jóvenes menos en la fuerza laboral, jóvenes que no trabajan, no estudian y tampoco buscan empleo”. Esta cifra se refiere directamente a la población objetivo de esta meta.

3. Meta 5.4: Reconocer y valorar los cuidados y el trabajo doméstico no remunerados.

   La afirmación de que “las mujeres jóvenes realizan tres veces más horas de trabajo no remunerado que los hombres” y que esto es una barrera para su empleo, se alinea directamente con la necesidad de reconocer y redistribuir el trabajo de cuidados no remunerado para facilitar la participación económica de las mujeres.

4. Meta 4.4: Aumentar considerablemente el número de jóvenes y adultos que tienen las competencias necesarias, en particular técnicas y profesionales, para acceder al empleo.

   La mención de la “brecha de habilidades” y la “baja calidad educativa” como obstáculos para la inserción laboral juvenil apunta directamente a esta meta. La necesidad de alinear la educación con las demandas del mercado es un tema central para lograrla.

5. Meta 1.2: Reducir al menos a la mitad la proporción de hombres, mujeres y niños de todas las edades que viven en la pobreza.

   Al señalar que el deterioro del empleo juvenil es más grave en regiones con “alta pobreza” como Cajamarca, el artículo vincula la falta de oportunidades económicas para los jóvenes con la persistencia de la pobreza, haciendo relevante el progreso hacia esta meta.

3. ¿Hay algún indicador de los ODS mencionado o implícito en el artículo que pueda usarse para medir el progreso hacia los objetivos identificados?

Sí, el artículo proporciona datos cuantitativos y cualitativos que pueden ser utilizados como o se alinean con indicadores oficiales de los ODS para medir el progreso.

• Indicador 8.5.2: Tasa de desempleo, por sexo, edad y personas con discapacidad.

  Aunque no se da una “tasa” porcentual de desempleo, el artículo ofrece datos absolutos y de tendencia que sirven para este indicador. Por ejemplo, “165 mil jóvenes menos trabajando respecto a 2019” en Lima, la “reducción del empleo juvenil en 2024 en 19 de las 25 regiones” y las caídas porcentuales específicas en Cajamarca (7%), Ancash y Cusco (más del 10%) y La Libertad (8%).

• Indicador 8.6.1: Proporción de jóvenes (entre 15 y 24 años) que no cursan estudios, no están empleados ni reciben capacitación.

  El dato de “200 mil jóvenes menos en la fuerza laboral, jóvenes que no trabajan, no estudian y tampoco buscan empleo” es una medida directa y cuantificable para este indicador.

• Indicador 8.3.1: Proporción del empleo informal en el empleo no agrícola, por sexo.

  La cifra de que la informalidad en los jóvenes “se eleva hasta 85%” es un dato específico y alarmante que se corresponde directamente con este indicador, mostrando la precariedad del empleo juvenil.

• Indicador 5.4.1: Proporción de tiempo dedicado a quehaceres domésticos y cuidados no remunerados, desglosada por sexo, edad y ubicación.

  La afirmación de que “las mujeres jóvenes realizan tres veces más horas de trabajo no remunerado que los hombres” es una medida comparativa que encaja perfectamente con la metodología de este indicador, evidenciando la carga desproporcionada sobre las mujeres.

• Indicador 16.1.3: Proporción de la población que ha sido víctima de violencia física, psicológica o sexual en los últimos 12 meses.

  De manera implícita, la correlación encontrada entre “menor empleo y mayores denuncias por robo en distintas regiones” sugiere un vínculo con la seguridad ciudadana. Aunque no mide directamente la victimización, el aumento de denuncias es un proxy que refleja un deterioro en la seguridad, relevante para este indicador.

4. Tabla de ODS, metas e indicadores

Fuente: rcrperu.com