EN EL PARADIGMA DE LA ENSEÑANZA
Este artículo es una pequeña crítica, hacia el modelo educativo tradicional, así mismo como un llamado a las naciones, sociedades y personas influenciadoras de la academia y el mundo, que es posible y necesario educar a las personas, a los jóvenes y niños, pero educarlos con valores, con habilidades de liderazgo y trabajo en equipo, no solo en mundos cuadriculados, mentes cerradas que solo son reconocidos por el valor de una nota, es un llamado para comprometernos por una educación que transforme al ser humano y a la sociedad.
TEN EL PARADIGMA DE LA ENSEÑANZA
Emanuel Cifuentes Pérez
Estudiante del programa de Ingeniera Geográfica y Ambiental
Universidad La Gran Colombia
Armenia, Quindío, Colombia
RESUMEN
Este artículo es una pequeña crítica, hacia el modelo educativo tradicional, así mismo como un llamado a las naciones, sociedades y personas influenciadoras de la academia y el mundo, que es posible y necesario educar a las personas, a los jóvenes y niños, pero educarlos con valores con habilidades de liderazgo y trabajo en equipo, no solo en mundos cuadriculados, mentes cerradas que solo son reconocidos por el valor de una nota, es una llamado para comprometernos por una educación que transforme al ser humano y a la sociedad.
PALABRAS CLAVES
Educación, Modelos educativos, Sistemas educativos, Universidad La Gran Colombia, Armenia.
Ante la creciente necesidad del mundo, hacia el acceso de educación de calidad y valor, es iterativo que la implementación de nuevos modelos educativos sean la esencia de una mirada de cambio, sin embargo ya vistos desde el los aspectos de un mundo globalizado y tecnológico, el acceso a la educación debería ser uno de los aspectos más fácil a conseguir, siendo esto una realidad entre los países desarrollados o con mejores condiciones de vida; esto a su vez genera grandes cambios en la sociedad y en el mismo ser, así como menciona Aristóteles “La educación es un ornamento en la prosperidad y un refugio en la adversidad”.
Entendiendo esto, es posible encontrarnos con diferentes objetivos a nivel mundial, con el fin o propósito de generar cambio y un mundo mejor, lleno de mejores oportunidades, “garantizando una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos” o al menos, así lo menciona la ONU en su cuarto Objetivo de Desarrollo Sostenible. esto refleja el gran compromiso de la ONG más grande del mundo en cargada de garantizar la los derechos humanos para la sociedad, así como los deberes de las naciones con los ciudadanos de sus países.
Al mismo tiempo, las grandes labores y avances en pro de estos objetivos son de aclamar y aplaudir, sin embargo, en mi ser hay una gran pregunta, ¿será de calidad seguir ofreciendo un sistema educativo tradicionalista, donde los procesos y el aprendizaje son evaluados por medio de valores cuantitativos? dando así, un valor numérico a los estudiantes, el futuro del mundo, encasillándolos en una única respuesta ante los procesos de aprendizaje, estandarizando y limitando las oportunidades, el pensamiento crítico, las múltiples inteligencias y así mismo, excluyendo a quienes no cumplen con estos valores, limitándolos a una única labor en este mundo, “mano de obra”, todo esto en una sociedad que se aclama por su inclusión y entendimiento del otro, asumiendo la responsabilidad de las diferencias, pero visto de esta manera, tal parece que solo se queda en “necesitamos educar” más no en, “necesitamos cambiar nuestra idea de educar y así educar con calidad al futuro de este mundo”.
Puestos en este panorama, existen diversidad de formas de aprendizaje en el mundo y métodos de enseñanza, donde el propósito es el mismo, “Educar”, sin embargo, como ya mencioné anteriormente en el mundo solo se toma en cuenta el factor cualitativo y se valora a las personas como un número y no por sus capacidades, habilidades y competencias; este último modelo o forma de evaluar el conocimiento y aprendizaje es el aplicado por países como Suiza, Holanda o Finlandia, ahora bien, este mismo modelo no solo lo aplican países, sino también organizaciones, como es el ejemplo de la organización Scout Mundial, el movimiento juvenil más grande del mundo, que se encuentra en más de 163 países, que por medio del método scout, promoviendo el aprendizaje al aire libre, el liderazgo, trabajo en equipo, respeto, valores y las competencias necesarias para crear ciudadanos de valor, personas con capacidades humanas, sociales, ambientales, pero sobre todo, con capacidades críticas y analíticas sobre este mundo.
Este es un llamado a un cambio urgente que necesita de todos