EL HAMBRE DENIGRA LA DIGNIDAD DE LA PERSONA

Esta reflexión busca llegar al corazón de las personas, creando un sentimiento de empatía frente a las necesidades básicas de algunas personas.

EL HAMBRE DENIGRA LA DIGNIDAD DE LA PERSONA

¿Cuántas veces vamos por la calle y observamos a una persona buscando comida en un bote de basura? Pensamos por un momento en nuestro interior, ¡qué pesar!, ¡pobre persona!, pero luego damos cinco pasos y se nos olvida. Uno de los objetivos de desarrollo sostenible tiene como meta lograr la tan anhelada cifra de hambre cero en los países perteneciente a la ONU. ¿Será posible lograrlo?

Mas allá de un discurso bonito y de las buenas intenciones, porque hay que decirlo los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible son muy buenas intenciones, pienso que el cambio esta en cada uno de nosotros, en cada dirigente, en cada habitante del planeta tierra. La invitación al lector de este corto artículo es, a ser empático y pensar en lo que siente una persona que se está muriendo de hambre, que siente un niño, cuando anhela probar un bocado de comida.

Hoy en Colombia vemos miles de personas caminando por las calles, con niños de brazos, que al pasar te quedan mirando, ¿Será que tienen hambre? Cuantos nos hemos detenido por un momento a brindarles una botella con agua. El hambre duele cuando se siente en cada uno de nosotros, cuando la sienten tus hijos, cuando la siente tu familia.

La pobreza y el hambre son dos amigos inseparables, van cogidos de la mano, arrancando a cada persona la posibilidad de ser feliz, y cuando estos dos personajes deciden caminar a la sombra de alguien, la destrozan hasta el punto de tirarla a un bote de basura a buscar en medio de la putrefacción algo para calmar ese grito de auxilio que le pide su cuerpo. Atrás queda la vergüenza, atrás queda la dignidad nada importa, nada detiene a un ser humano con el fin de calmar una necesidad inherente a la vida.

Sentir como tu alma se desprende de tu cuerpo, de una manera dolorosa, solo por no llevar alimento a tu boca, alimento que hoy muchos desprecian, alimento que hoy por moda, muchas mascotas disfrutan, morir por inanición, la mente se nubla, la boca esta sedienta y solo se piensa lo dolorosa que es la vida, para algunos y como fuera diferente si una persona con la capacidad extiende su mano y devuelve ese aliento de vida por medio de un bocado de alimento.

No es tarde para recapacitar, estamos a tiempo para apoyar cada una de estas iniciativas, que, desde la academia, nuestra universidad La Gran Colombia esta motivando a los estudiantes a cambiar su pensamiento. Tenemos que apoyar, solicitar a los gobiernos lo que están haciendo para cumplir con esta meta.

¿Pero que está haciendo cada uno de nosotros por ser mejor ser humano?