HACIA UN COMPROMISO AUTÉNTICO DE LA EDUCACIÓN

En este escrito se hace un análisis de cifras que muestran el panorama educativo en la ciudad de Armenia, Quindío. Con base a este, se desglosan las cualidades que deben tener una educación de calidad para cumplir con el cuarto Objetivo de Desarrollo Sostenible, Educación de Calidad planteado por la ONU. Al final se sacan conclusiones sobre cuál es la manera correcta de proceder, teniendo como meta el cumplimiento del cuarto ODS.

HACIA UN COMPROMISO AUTÉNTICO DE LA EDUCACIÓN

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son un conjunto de 17 objetivos globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos. El objeto de estudio o el ODS a conocer en este trabajo es el cuarto, que se titula como: “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades en aprendizaje durante toda la vida para todos.” (ONU) o también conocido como Educación de Calidad. Según la Unesco, la Meta 4.1 del Objetivo es “Para 2030, velar por que todas las niñas y todos los niños terminen los ciclos de la enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad y producir resultados escolares pertinentes y eficaces” (UNESCO).  

Para comprender este objetivo es necesario conocer y entender estos tres conceptos fundamentales en un contexto de educación: accesibilidad, equidad y calidad.  

Accesibilidad se refiere a la posibilidad y facilidad que tienen los niños de cursar una educación gratuita de calidad. 

Equidad se encuentra como punto fundamental ya que este objetivo busca que todos los niños puedan acceder a la educación sin importar su género, raza, identidad sexual, nacionalidad, etc. Es decir, no hay razones para la discriminación.  

Por último, se encuentra calidad, un principio muy importante que suele ser ignorado, ya que en muchas instituciones no se brinda una educación digna que ayude positivamente el desarrollo de los estudiantes, aunque muchos niños asistan a las instituciones estudiantiles. 

Ahora bien, en cuanto al Quindío, Colombia, le falta bastante para poder cumplir con tener una educación de calidad accesible y equitativa. Según estudios de la red de ciudades cómo vamos, para el año 2016 la tasa de deserción escolar se encontraba alrededor del 5,5% en la capital, Armenia. Incluso dentro de los niños que están matriculados en escuelas, se estima que el 1% de los estudiantes no asisten a los colegios. Se ve que muchos de los niños que no estudian se dedican a realizar trabajos informales en semáforos, plazas y demás lugares públicos.  

Según el estudio Armenia cómo vamos, la ciudad se mantiene dentro del promedio nacional, sin embargo, denota que, si bien la diferencia entre la educación pública y privada se ha disminuido un poco, todavía falta bastante camino por recorrer para que la iguale. 

Es importante reconocer que en Colombia tener acceso a una educación de calidad es un privilegio. Empezando por el hecho de que no en todas las instituciones educativas se brinda una educación que impacte de manera positiva en el desarrollo de las personas.  

Nosotros, como estudiantes, tenemos una responsabilidad con las generaciones futuras de exigir que no sólo se brinde una educación técnica de calidad, sino que también tenga un enfoque social, que nos prepare para asumir el mundo de una manera responsable. Una educación que nos enseñe la manera correcta de convivir en sociedad.