TODOS TENEMOS DERECHO A UNA BUENA ALIMENTACION

En el mundo todas las personas merecen tener una alimentación sana, donde los alimentos estén en buenas condiciones físicas, y tengan las características nutricionales necesarias para poder sobrevivir. Al rededor del mundo, existen muchas personas que no tienen acceso a una alimentación digna, debido a las brechas sociales que se han creado, no tienen las posibilidades económicas de adquirir sus alimentos y otros sustentos para su vida diaria.

Viéndose obligados a consumir otro tipo de alimentos que no benefician su salud, o sencillamente renunciar a alguno de los tres platos de comida que merece una persona diariamente. Todas las personas que sufren estos acontecimientos se ven muy afectadas, pero los niños y los adultos mayores sufren grandes consecuencias.

En países con poco desarrollo social y por falta de oportunidades, la taza de muertes por enfermedades por mala nutrición ha aumentado a gran escala, ya que afecta principalmente el sistema inmunológico, además, los niños que logran sobrevivir a futuro tienen grandes afectaciones en su cuerpo tanto físicas como mentalmente.

En la actualidad la producción de alimentos a nivel industrial, está enfocada en la fabricación de productos óptimos para el consumo humano, pero no ha logrado cumplir con este objetivo, porque están dándole más valor a productos más rentables, prácticos, con mayor valoración económica por el uso de nuevas metodologías y herramientas tecnológicas, con el objetivo de producir en masa, sin mayor inversión, obteniendo alimentos desnaturalizados elaborados con ingredientes sintéticos.

La dificultad en esta situación, es que estos productos no son funcionales, no cumplen con el objetivo de la alimentación, por lo contrario, están generando grandes afectaciones en la salud de las personas, produciendo diversas enfermedades que en su mayoría no tienen cura como el cáncer o las alergias, afectando gravemente gran parte de la población, y también al medio ambiente, por el uso de sustancias que no son compatibles ni con el ser humano ni con la naturaleza.

Por eso es tan importante buscar nuevas alternativas de desarrollo mediante tecnologías innovadoras, nuevos procesos amigables con el medio ambiente, y que sean más efectivos, que beneficien tanto a los productores de alimentos como a los consumidores, para obtener alimentos de buena calidad y, además, que todas las personas puedan tener acceso a este derecho fundamental, para tener igualdad, una buena calidad de vida y un desarrollo sostenible en todos los sentidos de una sociedad.