Científicos detectan cómo el deshielo en el norte del planeta influyó sobre el cambio climático global – Infobae

Científicos detectan cómo el deshielo en el norte del planeta influyó sobre el cambio climático global – Infobae

 

Informe sobre la Dinámica del Carbono Terrestre y su Impacto en la Estabilidad Climática Global

Introducción y Contexto en el Marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)

El ciclo del carbono es un pilar fundamental para la estabilidad climática del planeta, un objetivo central del ODS 13: Acción por el Clima. Durante los últimos 800,000 años, las concentraciones de dióxido de carbono (CO₂) en la atmósfera han fluctuado en correlación con los ciclos glaciales e interglaciales. Históricamente, se ha atribuido a los océanos un rol preponderante en la regulación de este equilibrio. Sin embargo, una investigación reciente publicada en Science Advances reevalúa el papel de los ecosistemas terrestres del hemisferio norte, proporcionando datos cruciales para comprender los riesgos actuales asociados al calentamiento global y la necesidad de proteger la biodiversidad terrestre, en línea con el ODS 15: Vida de Ecosistemas Terrestres.

Metodología del Estudio

Para reconstruir la dinámica del carbono desde el último máximo glacial (hace 21,000 años) hasta la era preindustrial, el equipo de investigación empleó un enfoque multidisciplinario. La metodología se basó en:

  • Análisis de polen fósil: Para determinar los tipos de vegetación prevalecientes en intervalos de 1,000 años.
  • Modelos climáticos avanzados: Para simular las condiciones ambientales del pasado y su impacto en los ecosistemas.
  • Inteligencia Artificial: Se utilizó para integrar datos paleoclimáticos y mapear la distribución de vegetación y carbono almacenado en el suelo con alta resolución.
  • Análisis comparativo: Se utilizaron datos de biomas actuales como análogos para estimar el almacenamiento de carbono en ecosistemas pasados, incluyendo permafrost, loess, turberas y suelos minerales.

Hallazgos Principales sobre el Ciclo del Carbono Post-Glaciación

El estudio revela que el deshielo del permafrost en las regiones al norte del trópico de Cáncer fue un factor determinante en el aumento del CO₂ atmosférico tras la última glaciación. Los hallazgos clave se resumen a continuación:

  1. Emisiones Masivas desde el Permafrost: Se concluyó que las tierras del norte emitieron una cantidad significativa de carbono a medida que las temperaturas aumentaron. Este intercambio pudo haber explicado casi la mitad del incremento total de CO₂ atmosférico en ese período.
  2. Acumulación de Carbono Glacial: Durante el máximo glacial, hace 21,000 años, grandes cantidades de carbono orgánico quedaron atrapadas y preservadas bajo capas de polvo (loess) y permafrost, actuando como un reservorio natural.
  3. Liberación Acelerada de CO₂: Entre 17,000 y 11,000 años atrás, el calentamiento global natural provocó la pérdida de suelo congelado y la descomposición de esta materia orgánica, liberando CO₂. La concentración atmosférica aumentó de 180 a 270 partes por millón (ppm), un incremento de aproximadamente el 50%.
  4. Rol Compensatorio de las Turberas: A pesar del deshielo prolongado, el aumento de CO₂ no continuó al mismo ritmo. La posterior expansión de las turberas funcionó como un sumidero de carbono, absorbiendo parte de las emisiones y ayudando a estabilizar el sistema climático.

Implicaciones para la Agenda 2030 y la Acción Climática (ODS 13)

El análisis de estos ciclos naturales ofrece una perspectiva crítica sobre la crisis climática actual, que es de origen antropogénico. La acción humana, principalmente la quema de combustibles fósiles desde la Revolución Industrial, ha interrumpido drásticamente el ciclo natural del carbono, contraviniendo los principios del ODS 7: Energía Asequible y no Contaminante y del ODS 13.

  • Magnitud del Cambio Actual: Mientras que el calentamiento natural post-glacial elevó el CO₂ en 90 ppm a lo largo de milenios, la actividad humana ha provocado un aumento de 280 a 420 ppm en solo 250 años.
  • Vulnerabilidad de los Ecosistemas (ODS 15): El estudio subraya la sensibilidad de los reservorios de carbono como el permafrost. El deshielo actual de estas regiones amenaza con liberar cantidades masivas de gases de efecto invernadero, creando un ciclo de retroalimentación que acelera el calentamiento global y pone en peligro la vida de los ecosistemas terrestres.
  • Desafíos Futuros: A diferencia del pasado, las condiciones actuales no favorecen la creación de nuevos sumideros de carbono a gran escala. El aumento del nivel del mar reduce el espacio disponible para la expansión de ecosistemas como las turberas, lo que limita la capacidad del planeta para secuestrar el carbono liberado.

Conclusiones y Desafíos Futuros

La investigación confirma que los ecosistemas terrestres del norte han desempeñado un papel mucho más influyente en el clima histórico de lo que se creía. Comprender esta dinámica es esencial para predecir con mayor precisión las consecuencias del calentamiento global actual. La gestión y protección de estos grandes reservorios de carbono, como el permafrost y las turberas, es una tarea impostergable para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París y avanzar en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente el ODS 13 (Acción por el Clima) y el ODS 15 (Vida de Ecosistemas Terrestres). El futuro de la estabilidad climática dependerá de la capacidad global para mitigar las emisiones y proteger estos ecosistemas vitales.

1. ¿Qué Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se abordan o están conectados con los temas destacados en el artículo?

El artículo aborda principalmente temas relacionados con el cambio climático, los ciclos de carbono y los ecosistemas terrestres, conectando directamente con los siguientes Objetivos de Desarrollo Sostenible:

  • ODS 13: Acción por el Clima

    Este es el ODS más relevante, ya que todo el artículo se centra en la dinámica del carbono y su impacto en la estabilidad climática. Analiza cómo procesos naturales pasados, como el deshielo del permafrost, influyeron en los niveles de CO₂ atmosférico y utiliza este conocimiento para contextualizar los “riesgos actuales relacionados con el aumento en la atmósfera de gases de efecto invernadero, el calentamiento global y el cambio climático” provocados por la acción humana.

  • ODS 15: Vida de Ecosistemas Terrestres

    El artículo destaca el papel crucial de los ecosistemas terrestres del hemisferio norte como reservorios de carbono. Se mencionan específicamente el permafrost, los suelos (loess), la biomasa vegetal y las turberas. La investigación demuestra cómo la salud y el estado de estos ecosistemas (congelados o en deshielo) tienen un impacto directo en el clima global, subrayando la importancia de su conservación. Se refiere al “delicado equilibrio entre los ciclos terrestre y oceánico” y cómo la “expansión de turberas” actuó como un sumidero de carbono.

  • ODS 14: Vida Submarina

    Aunque el foco principal del estudio son los aportes terrestres, el artículo reconoce el papel tradicionalmente atribuido a los océanos en la regulación climática: “los expertos consideraron que los océanos, en particular el océano Antártico, desempeñaron el papel principal en la regulación del CO₂ atmosférico”. Además, se menciona el “ascenso del nivel del mar” como una consecuencia del calentamiento global que complica el almacenamiento futuro de carbono, lo que afecta directamente a los ecosistemas marinos y costeros.

2. ¿Qué metas específicas de los ODS se pueden identificar en función del contenido del artículo?

Basado en el contenido del artículo, se pueden identificar las siguientes metas específicas de los ODS:

  • Meta 13.2: Incorporar medidas relativas al cambio climático en las políticas, estrategias y planes nacionales.

    El estudio proporciona una base científica fundamental para la formulación de políticas climáticas. Al explicar cómo el deshielo del permafrost liberó masivamente carbono en el pasado, el artículo subraya la urgencia de gestionar “estos grandes reservorios en la actual situación de calentamiento global y deshielo constante”. Este conocimiento es esencial para que los gobiernos puedan diseñar estrategias de mitigación y adaptación efectivas.

  • Meta 13.3: Mejorar la educación, la sensibilización y la capacidad humana e institucional respecto de la mitigación del cambio climático, la adaptación a él, la reducción de sus efectos y la alerta temprana.

    La publicación del estudio en Science Advances y su divulgación en este artículo contribuyen directamente a esta meta. Aumenta la conciencia pública y científica sobre la sensibilidad del sistema climático y el papel de los ecosistemas terrestres, como el permafrost. El artículo educa sobre la diferencia entre los ciclos naturales de carbono y la interrupción causada por la “acción humana… mediante la quema de combustibles fósiles”.

  • Meta 15.1: Velar por la conservación, el restablecimiento y el uso sostenible de los ecosistemas terrestres y los ecosistemas interiores de agua dulce y los servicios que proporcionan.

    El artículo enfatiza la importancia de las turberas y el permafrost como componentes clave del ciclo global del carbono. Describe cómo la “expansión de turberas” actuó como un sumidero que compensó emisiones pasadas. Comprender su capacidad para almacenar o liberar carbono es vital para su conservación y para valorar los servicios ecosistémicos que proporcionan en la regulación del clima.

3. ¿Hay algún indicador de los ODS mencionado o implícito en el artículo que pueda usarse para medir el progreso hacia los objetivos identificados?

Sí, el artículo menciona o implica datos que se alinean con indicadores específicos de los ODS:

  • Indicador relacionado con las emisiones de gases de efecto invernadero (Relevante para el ODS 13).

    Aunque no menciona el indicador oficial (13.2.2: Emisiones totales de gases de efecto invernadero por año), el artículo se centra en la métrica fundamental que subyace a este indicador: la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera. Proporciona datos cuantitativos específicos: “la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera aumentó de 180 a 270 partes por millón” durante el deshielo natural y, más críticamente, “desde el inicio de la Revolución Industrial, los niveles de CO₂ pasaron de 280 a 420 partes por millón”. Estos valores en partes por millón (ppm) son la medida directa del acumulado de emisiones y del estado de la atmósfera, sirviendo como un indicador clave del progreso (o falta de él) en la acción climática.

  • Indicador relacionado con la cubierta vegetal y los ecosistemas (Relevante para el ODS 15).

    El artículo describe una metodología que se alinea con la medición de indicadores como el 15.1.1 (Superficie forestal como proporción de la superficie total). Los investigadores utilizaron “análisis de polen fósil” y “simulaciones de modelos climáticos avanzados” para “mapear probabilísticamente la distribución de vegetación y carbono en cada época”. Este método permite reconstruir la extensión de diferentes biomas (como bosques y turberas) a lo largo del tiempo, lo cual es una forma avanzada de medir cambios en la cubierta vegetal y la salud de los ecosistemas terrestres.

4. Tabla de ODS, metas e indicadores

ODS Metas Indicadores
ODS 13: Acción por el Clima
  • 13.2: Incorporar medidas relativas al cambio climático en las políticas, estrategias y planes nacionales.
  • 13.3: Mejorar la educación y la sensibilización sobre la mitigación del cambio climático.
Implícito (relacionado con el Indicador 13.2.2): Concentración de CO₂ en la atmósfera, medida en partes por millón (ppm). El artículo cita el aumento de 280 a 420 ppm desde la Revolución Industrial.
ODS 15: Vida de Ecosistemas Terrestres
  • 15.1: Velar por la conservación y el restablecimiento de los ecosistemas terrestres (permafrost, turberas).
Implícito (relacionado con el Indicador 15.1.1): Mapeo de la distribución de la vegetación a lo largo del tiempo mediante análisis de polen fósil y modelos climáticos, que sirve para estimar la extensión y salud de los ecosistemas.
ODS 14: Vida Submarina Mencionado indirectamente a través del papel de los océanos en la regulación del CO₂ y el impacto del “ascenso del nivel del mar” en los ecosistemas costeros. No se mencionan indicadores específicos, pero la concentración de CO₂ atmosférico es un precursor directo del Indicador 14.3.1 (Acidificación de los océanos).

Fuente: infobae.com