Entre los pobres, las mujeres son aún más pobres. ¿Cómo parar esta desigualdad? – Rolling Stone en Español

Entre los pobres, las mujeres son aún más pobres. ¿Cómo parar esta desigualdad? – Rolling Stone en Español

 

Informe sobre la Feminización de la Pobreza en América Latina y su Vínculo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)

Introducción: Un Desafío para el ODS 1 y ODS 5

El análisis de la pobreza en América Latina revela una marcada dimensión de género, donde las mujeres están sobrerrepresentadas en las estadísticas de vulnerabilidad económica. Esta realidad, conocida como la feminización de la pobreza, constituye un obstáculo fundamental para el cumplimiento de la Agenda 2030, en particular del Objetivo de Desarrollo Sostenible 1 (Fin de la Pobreza) y el ODS 5 (Igualdad de Género). A nivel mundial, las cifras de ONU Mujeres (2022) confirman esta disparidad: 383 millones de mujeres y niñas viven en pobreza extrema, en comparación con 368 millones de hombres y niños. En América Latina y el Caribe, a pesar de los avances en otros ámbitos, esta brecha no solo persiste, sino que se agudiza.

Análisis Cuantitativo de la Desigualdad de Género en la Pobreza

El Índice de Feminidad de la Pobreza (IFP)

El Índice de Feminidad de la Pobreza (IFP) es una herramienta clave para medir la sobrerrepresentación de las mujeres entre la población en situación de pobreza. Un valor superior a 100 indica que la pobreza afecta de manera desproporcionada a las mujeres. La evolución de este índice en la región evidencia un retroceso en la consecución del ODS 10 (Reducción de las Desigualdades).

  • 2003: El IFP se situaba en 105.
  • 2013: El índice aumentó a 113.
  • 2023: El IFP alcanzó 121, lo que significa que por cada 100 hombres en situación de pobreza, había 121 mujeres en la misma condición.

Este indicador, monitoreado por el Observatorio de Igualdad de Género de la CEPAL, demuestra que el crecimiento económico regional no ha logrado corregir las desigualdades estructurales de género.

Pobreza Multidimensional y su Impacto de Género

La pobreza trasciende la falta de ingresos. La medición multidimensional, que incluye el acceso a derechos como la salud (ODS 3), vivienda y servicios básicos, revela que las mujeres enfrentan mayores carencias. Un sistema económico excluyente perpetúa la marginación, dejando a las mujeres en una situación de mayor vulnerabilidad integral.

Causas Estructurales de la Feminización de la Pobreza

La Carga del Trabajo de Cuidado No Remunerado: Obstáculo para el ODS 8

Una de las causas fundamentales de la desigualdad económica es la división sexual del trabajo, que asigna a las mujeres la responsabilidad principal de las tareas de cuidado no remuneradas. Esta carga invisible limita su autonomía económica y su acceso al ODS 8 (Trabajo Decente y Crecimiento Económico).

  • Las mujeres en América Latina dedican entre el doble y el triple de tiempo que los hombres al trabajo doméstico y de cuidados.
  • Esta dedicación equivale a una jornada laboral completa, obstaculizando su participación en el mercado laboral formal, su desarrollo profesional y su participación en espacios de toma de decisiones.
  • Según datos de la CEPAL (2024), mientras las mujeres dedican hasta un 24.2% (México) de su tiempo a estas tareas, los hombres no superan el 12.5% (Cuba).

Brechas en el Mercado Laboral y la Paradoja Educativa

A pesar de que las mujeres en la región tienen, en promedio, más años de estudio, contraviniendo las expectativas del ODS 4 (Educación de Calidad), esta ventaja no se traduce en mejores oportunidades laborales o ingresos equitativos.

  • Las mujeres tienen casi cinco veces más probabilidades que los hombres de quedar fuera de la fuerza laboral (32% frente a 7%).
  • Cuando se emplean, es mayoritariamente en trabajos a tiempo parcial, informales, con baja remuneración y sin protección social, lo que las aleja del concepto de “trabajo decente” del ODS 8.
  • La percepción social del trabajo femenino como “complementario” y la segregación ocupacional perpetúan estas brechas.

Factores Agravantes y Grupos de Mayor Vulnerabilidad

Impacto Asimétrico de Crisis: El Caso de la Pandemia de COVID-19

La pandemia de COVID-19 evidenció y profundizó las desigualdades existentes. La crisis provocó un retroceso de más de una década en la participación laboral femenina, ya que las mujeres asumieron la sobrecarga de cuidados en los hogares. La recuperación económica ha sido más lenta en los sectores feminizados, como servicios y comercio, lo que representa un grave revés para el ODS 5 y el ODS 8. Además, se registró un aumento de la violencia doméstica y un deterioro de la salud mental y física (ODS 3) de las mujeres.

Interseccionalidad: Mujeres Rurales, Indígenas y Afrodescendientes

La pobreza se agudiza al cruzarse con otros factores de exclusión como la etnia y la ubicación geográfica, un desafío central para el ODS 10.

  • Cuatro de cada diez mujeres rurales en América Latina viven en situación de pobreza, en comparación con dos o tres de cada diez en zonas urbanas.
  • Las mujeres campesinas, indígenas y afrodescendientes enfrentan barreras adicionales para acceder a tierra, crédito y empleo formal, a menudo agravadas por la violencia y el desplazamiento forzado.
  • Los hogares rurales encabezados por mujeres presentan los índices más altos de pobreza monetaria, comprometiendo la seguridad alimentaria y el bienestar básico.

Consecuencias y Propuestas de Política Pública Alineadas con los ODS

Pobreza, Autonomía y Violencia de Género

La dependencia económica es un factor que incrementa la vulnerabilidad a la violencia de género. Una de cada cuatro mujeres en la región no genera ingresos propios, lo que limita su capacidad para abandonar relaciones abusivas. La autonomía económica es, por tanto, una condición indispensable para la autonomía física y política, pilares del ODS 5.

Recomendaciones para la Acción

Para erradicar la feminización de la pobreza y avanzar en la Agenda 2030, es imperativo adoptar un enfoque de género en todas las políticas públicas. Las siguientes acciones son prioritarias:

  1. Desarrollar Sistemas Nacionales de Cuidado: Reconocer, reducir y redistribuir el trabajo de cuidados, involucrando al Estado, al sector privado y a los hombres, en línea con el reconocimiento del cuidado como un derecho humano.
  2. Promover el Trabajo Decente (ODS 8): Implementar políticas activas de empleo que cierren las brechas salariales, combatan la segregación ocupacional y garanticen la protección social para las mujeres.
  3. Implementar Reformas Fiscales Progresivas (ODS 10): Diseñar sistemas tributarios que alivien la carga impositiva sobre los hogares de menores ingresos, donde las mujeres están sobrerrepresentadas.
  4. Fortalecer la Autonomía Económica de Mujeres en Grupos Vulnerables: Garantizar el acceso de mujeres rurales, indígenas y afrodescendientes a recursos productivos como la tierra y el crédito para romper los ciclos de pobreza (ODS 1).

En conclusión, erradicar la pobreza en América Latina exige abordar de manera frontal y estructural la desigualdad de género que la perpetúa. Sin autonomía económica para las mujeres, no será posible alcanzar un desarrollo sostenible, justo e igualitario.

1. ¿Qué Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se abordan o están conectados con los temas destacados en el artículo?

El artículo aborda de manera central y transversal varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), enfocándose principalmente en las interconexiones entre la pobreza, la desigualdad de género y las barreras económicas que enfrentan las mujeres en América Latina. Los ODS más relevantes son:

  • ODS 1: Fin de la pobreza

    Este es el tema central del artículo, que se titula con una pregunta sobre la imagen de la pobreza y se conmemora el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. El texto analiza la “feminización de la pobreza”, destacando que las mujeres están sobrerrepresentadas en la población pobre. Se citan datos específicos como que “383 millones de mujeres y niñas viven con menos de 1,90 dólares al día” y se explora la pobreza multidimensional, que incluye la falta de acceso a salud, vivienda y servicios.

  • ODS 5: Igualdad de género

    El artículo está intrínsecamente ligado a este objetivo, ya que analiza todas las dimensiones de la pobreza desde una perspectiva de género. Se enfoca en cómo las estructuras sociales y económicas afectan desproporcionadamente a las mujeres. Temas como la división sexual del trabajo, la carga del cuidado no remunerado (“las mujeres dedican el doble o el triple de tiempo al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado”), la violencia de género vinculada a la dependencia económica y la falta de autonomía son evidencia directa de la conexión con el ODS 5.

  • ODS 8: Trabajo decente y crecimiento económico

    Se aborda este ODS al describir las condiciones laborales precarias de las mujeres. El artículo señala que cuando las mujeres logran emplearse, es mayoritariamente en “trabajos a tiempo parcial, mal remunerados y sin protección social”. También menciona la segregación de género en ocupaciones informales y la brecha salarial implícita al afirmar que “las mujeres generan apenas la mitad de los ingresos laborales de los hombres”. La falta de reconocimiento del trabajo de cuidado como una contribución económica también es un tema relevante para este objetivo.

  • ODS 10: Reducción de las desigualdades

    Este objetivo es fundamental en el análisis del artículo, que no solo se centra en la desigualdad entre hombres y mujeres, sino también en cómo esta se agudiza por otros factores. Se menciona explícitamente que “las desigualdades se agudizan cuando se cruzan con otros factores de exclusión”, afectando de manera más severa a “mujeres campesinas, indígenas y afrodescendientes”. El texto también discute la desigualdad de ingresos y la falta de acceso a recursos económicos, como el crédito y la tierra para las mujeres rurales.

2. ¿Qué metas específicas de los ODS se pueden identificar en función del contenido del artículo?

Dentro de los ODS mencionados, se pueden identificar varias metas específicas que el artículo aborda directa o indirectamente:

  1. Meta 1.1: Erradicar la pobreza extrema

    El artículo hace referencia directa a esta meta al citar el estudio de ONU Mujeres de 2022: “En el mundo, 383 millones de mujeres y niñas viven con menos de 1,90 dólares al día, frente a los 368 millones de hombres y niños”, lo que se alinea con el umbral internacional de pobreza extrema.

  2. Meta 1.2: Reducir la pobreza en todas sus dimensiones

    El texto va más allá de la pobreza monetaria y menciona la “pobreza multidimensional”, que afecta a las mujeres en mayor proporción al medir “el difícil acceso a derechos como la salud, vivienda, servicios públicos, etc.”

  3. Meta 5.4: Reconocer y valorar los cuidados no remunerados y el trabajo doméstico

    Esta es una de las metas más destacadas. El artículo dedica una sección completa a “La carga invisible del cuidado”, explicando cómo la división sexual del trabajo y la falta de redistribución de estas tareas obstaculizan la autonomía económica de las mujeres. Se propone como solución “transformar la organización social del cuidado” y crear “sistemas nacionales de cuidado”.

  4. Meta 5.a: Otorgar a las mujeres igualdad de derechos a los recursos económicos

    El artículo señala que a las mujeres rurales “históricamente se les ha negado el derecho a heredar o controlar bienes, lo que limita su posibilidad de construir autonomía económica”, conectando directamente con esta meta que busca asegurar el acceso y control sobre la tierra y otros recursos.

  5. Meta 8.5: Lograr el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todas las mujeres y los hombres, y la igualdad de remuneración

    El análisis sobre las mujeres empleadas en “trabajos a tiempo parcial, mal remunerados y sin protección social” y la afirmación de que “generan apenas la mitad de los ingresos laborales de los hombres” se relaciona directamente con la necesidad de garantizar trabajo decente y pago igualitario.

  6. Meta 10.2: Potenciar y promover la inclusión social, económica y política de todas las personas

    El artículo subraya cómo la exclusión afecta de manera interseccional a las mujeres, especialmente a las “rurales, indígenas y afrodescendientes”, quienes enfrentan “mayores obstáculos para acceder a crédito, tierra, educación y empleo formal”. Esto refleja la necesidad de promover la inclusión de los grupos más marginados.

3. ¿Hay algún indicador de los ODS mencionado o implícito en el artículo que pueda usarse para medir el progreso hacia los objetivos identificados?

Sí, el artículo menciona varios datos y herramientas de medición que se alinean con los indicadores oficiales de los ODS o sirven como proxies para ellos.

  • Indicador 1.1.1: Proporción de la población que vive por debajo del umbral internacional de pobreza

    El dato de que “383 millones de mujeres y niñas viven con menos de 1,90 dólares al día” es una medición directa de este indicador, desagregado por sexo y edad.

  • Indicador 1.2.1: Proporción de la población que vive por debajo del umbral nacional de pobreza, desglosada por sexo y edad

    El “Índice de Feminidad de la Pobreza (IFP)” mencionado en el artículo es una herramienta específica para medir este indicador. El texto explica que “compara el porcentaje de mujeres en esta situación con el de hombres del mismo grupo de edad” y proporciona un valor concreto: “por cada 100 hombres en situación de pobreza hubo 121 mujeres en la misma condición” en 2023.

  • Indicador 5.4.1: Proporción de tiempo dedicado a trabajo doméstico y de cuidados no remunerado

    El artículo cita datos específicos de la CEPAL que miden directamente este indicador: “En la región, las mujeres dedican entre el 12% (Brasil) y el 24,2% (México) de su tiempo al trabajo doméstico y de cuidados no remunerados, mientras que los hombres destinan entre el 3% (Honduras) y el 12,5% (Cuba)”.

  • Indicador 5.5.2: Proporción de mujeres en cargos directivos

    Aunque no da una cifra exacta, el artículo lo menciona implícitamente al señalar que la carga de cuidados se traduce en “menos oportunidades de ascender profesionalmente, menos participación sindical y menor representación en los espacios donde se definen políticas que las afectan”.

  • Indicador 8.5.1: Ingreso medio por hora de las empleadas y los empleados

    El dato de que “en América Latina, las mujeres generan apenas la mitad de los ingresos laborales de los hombres” es un proxy claro para este indicador, reflejando una brecha salarial de género significativa.

4. Tabla de ODS, metas e indicadores

ODS, metas e indicadores
Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) Metas Indicadores
ODS 1: Fin de la pobreza
  • 1.1: Erradicar la pobreza extrema.
  • 1.2: Reducir la pobreza en todas sus dimensiones.
  • 1.1.1: Número de mujeres y niñas que viven con menos de 1,90 dólares al día.
  • 1.2.1: Índice de Feminidad de la Pobreza (IFP), que mide la sobrerrepresentación de mujeres en la población pobre.
ODS 5: Igualdad de género
  • 5.4: Reconocer y valorar los cuidados no remunerados.
  • 5.a: Otorgar a las mujeres igualdad de derechos a los recursos económicos.
  • 5.4.1: Porcentaje de tiempo que las mujeres dedican al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado en comparación con los hombres.
  • Proporción de mujeres sin ingresos propios (una de cada cuatro mujeres).
ODS 8: Trabajo decente y crecimiento económico
  • 8.5: Lograr el empleo pleno y productivo y el trabajo decente, con igualdad de remuneración.
  • 8.5.1: Brecha de ingresos laborales entre hombres y mujeres (las mujeres generan la mitad de los ingresos de los hombres).
  • Proporción de mujeres en empleos a tiempo parcial, mal remunerados y sin protección social.
ODS 10: Reducción de las desigualdades
  • 10.2: Potenciar y promover la inclusión social y económica de todas las personas.
  • Diferencia en las tasas de pobreza entre mujeres rurales y urbanas.
  • Mención de la exclusión interseccional de mujeres indígenas y afrodescendientes en el acceso a recursos.

Fuente: es.rollingstone.com