LA DIGNIDAD HUMANA COMO FUNDAMENTO DE LOS ODS.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible nos brinda un marco de análisis, que nos permite romper con las lógicas egoístas de la relación entre el medio ambiente y el ser humano, que han sido naturalizadas pues solo en la redefinición de estas y el nuevo entendimiento basado en la idea de “pensarnos dentro de él” podremos comprender la responsabilidad que tenemos, tanto con el medio ambiente, como con nosotros mismos, pues es estos objetivos nos permiten superar las desigualdades mundiales de los países y, por ende, salvaguarda la dignidad de las poblaciones y comunidades que habitan en cada uno.
Nathalia Suarez Valencia
Estudiante de Gobierno y Relaciones Internacionales
Universidad La Gran Colombia
Armenia, Quindío, Colombia
Se ha hablado en múltiples ocasiones sobre el “Desarrollo Sostenible” como si fuera una meta planteada para ser cumplida, como una forma de reivindicarnos con el medio ambiente; sin embargo, al romper con las lógicas culturales que hemos naturalizado y nos han llevado a absorber y saquear la naturaleza, nos vemos obligados, por otro lado, a cambiar la forma como entendemos esa relación entre el ser humano y el medio ambiente, para así poder empezar a equilibrar la balanza en un ejercicio de coexistencia.
Durante décadas el ser humano vio el medio ambiente como un “algo”, ajeno y externo a él, que debía ser utilizado para su provecho, para su subsistencia, sin poder entrever que esta lógicas terminarían, a largo plazo, condenándolo a la zozobra de saber que todo aquello que parecía ser infinito, estaba poco a poco, agotándose, inevitablemente, sometiéndolo a la incertidumbre de no saber qué pasara con el transcurrir del tiempo; de alguna forma esta situación es consecuencia directa de haber entendido a la humanidad y el medio ambiente como algo que esta separado, externos el uno del otro, pero en especial desde los ojos del hombre como “algo para el uso de…” en el goce de su condición más egoísta.
Las nuevas pautas del Desarrollo Sostenible, de la mano con los Derechos Humanos, nos marca una ruta para empezar a construir otras formas de relacionarnos con el ambiente, pues, cuando reformulamos la relación y empezamos a entender que el medio ambiente y la humanidad, son uno solo, que coexisten, y son codependientes el uno del otro entonces es cuando la palabra RESPONSABILIDAD empieza a tornarse razonable, pues de alguna forma esto quiere decir que lo que hagamos de él va a repercutir en consecuencias que solo nosotros podemos pagar.
En síntesis, si queremos prolongar la vida (tanto a los que ya estamos como a futuras generaciones) necesitamos redefinir nuestra concepción del Medio Ambiente y visualizar al ser humano como parte de él, en un acto de solidaridad, empatía y, como ya se menciono con anterioridad, de responsabilidad, pues solo en la enseñanza y entendimiento de esto los Objetivos de Desarrollo Sostenible son adoptados por los seres humanos de forma consiente y voluntaria.
Sin embargo, entonces cabe preguntarnos: ¿Cómo esto contribuye a disminuir las desigualdades? y ¿qué relación tiene con la dignidad humana?
La respuesta a estos cuestionamientos radica en las economías internacionales que nos muestran un panorama donde queda claro que hay países que gozan de condiciones mas favorables para garantizarle a sus comunidades mejores condiciones de vida, mientras que por otro lado, la otra cara de la moneda nos permite ver mas empobrecimiento y una carencia generalizada que como consecuencia deja a sus poblaciones expuestas y vulnerables (con más frecuencia) a la violación de Derechos humanos y el atropello de la dignidad.
Los debates contemporáneos sobre las Economías de mercado en contraparte con el medio ambiente nos dejan claro que el “Desarrollo” en ninguna circunstancia puede darse a costas de la vida de la humanidad, ya que en dado momento la idea de abusar de la “casa común” nos costó y finalmente nos pasa factura al encaminarnos (sin haberlo pretendido) a nuevos discursos sobre cómo debe darse el desarrollo y cómo hacerlo salvaguardando los principios que terminan entrañando los Derechos Humanos: La Dignidad y Solidaridad Humana. De esta forma, el portal Web Extremadura 2030 nos deja claro que:
“Fomentar el desarrollo sostenible requiere ir más allá del mero crecimiento económico centrado en el aumento de nivel y escala de la actividad económica, porque exige, sobre todo lograr transformaciones en el sistema económico, mejoras cualitativas, trabajo digno, despliegue de potencialidades e, incluso abordar la democratización del poder y la participación social en la toma de decisiones.”
De alguna forma, la cooperación y solidaridad por parte de los países con mejores condiciones para contribuir al desarrollo y superación de los grandes desafíos, que tienen otros, que no han contado como el mismo destino, sigue la ruta tanto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible como los principios básicos promulgados por la Declaración de los Derechos Humanos, que giran en torno a salvaguardad la Dignidad humana como una condición inherente a nosotros; en palabras de la ODS retomadas por el Diario Responsable:
“(…) la dignidad humana, como principio ético universalista que sostiene a los ODS es inherente a nuestra condición humana por ser personas, ni se vende ni se compra, no es transferible y no se pierde jamás, más bien, debemos luchar porque esta sea respetada y no aceptar ningún ultraje por parte de los poderes negadores de lo humano o por las posibles situaciones límites deshumanizantes de extrema vulnerabilidad que podemos padecer como seres humanos durante nuestra existencia (...)”
REFERENCIAS:
· Extremadura2030. (S.F). https://extremadura2030.com. Obtenido de https://extremadura2030.com: https://extremadura2030.com/portfolio-posts/1-las-relaciones-entre-economia-y-medio-ambiente/
· GUEVARA, M. F. (03 de NOVIEMBRE de 2021). https://diarioresponsable.com/. Obtenido de https://diarioresponsable.com/: https://diarioresponsable.com/opinion/32132-sobre-la-dignidad-humana-y-el-universalismo-etico-que-sostiene-a-los-objetivos-de-desarrollo-sostenible