La carrera hacia la energía limpia en un mundo aún dominado por el carbón – IPS Agencia de Noticias

La carrera hacia la energía limpia en un mundo aún dominado por el carbón – IPS Agencia de Noticias

 

Informe sobre la Inversión Energética Global y su Alineación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)

El panorama energético mundial en 2024 presenta una dicotomía crítica que impacta directamente la consecución de la Agenda 2030. A pesar de una inversión global sin precedentes que supera los tres billones de dólares, con dos billones destinados específicamente a tecnologías limpias, el progreso hacia el Objetivo de Desarrollo Sostenible 7 (Energía Asequible y no Contaminante) y el ODS 13 (Acción por el Clima) se ve amenazado por la persistente y creciente dependencia de los combustibles fósiles.

Análisis de la Inversión en Transición Energética

La inversión en energía limpia ha sido liderada por un número reducido de economías de altos ingresos, lo que evidencia una brecha significativa que obstaculiza el principio de “no dejar a nadie atrás” de los ODS.

  • Líderes de Inversión: China (48%), Estados Unidos (17%), Alemania (5%), Reino Unido (4%) y Francia (3%) concentran la mayor parte del capital.
  • Impacto Positivo: Estas inversiones han reducido el costo de tecnologías clave como paneles solares y vehículos eléctricos, haciéndolas más accesibles y fomentando el ODS 9 (Industria, Innovación e Infraestructura).
  • Desigualdad en la Inversión: La inversión per cápita en energía limpia revela una profunda disparidad, un desafío directo al ODS 10 (Reducción de las Desigualdades). Mientras el promedio mundial es de 131 dólares, en los mercados emergentes y países menos adelantados (PMA), excluyendo a China, la cifra se desploma a solo 18 dólares.

La Encrucijada de Asia-Pacífico: Epicentro del Desafío Energético y Climático

La región de Asia y el Pacífico, hogar de dos tercios de la población mundial y responsable del 46% del PIB global, es fundamental para el éxito de la agenda de sostenibilidad. Sin embargo, su trayectoria actual presenta serios obstáculos para múltiples ODS.

La Paradoja del Carbón y su Impacto en los ODS

A pesar de que el 81% de las nuevas fuentes de energía renovable son más económicas que los combustibles fósiles, el carbón sigue dominando la matriz energética de la región, contraviniendo directamente los objetivos climáticos.

  1. Dominio del Carbón: En 2023, el 45% de la energía de la región provino del carbón. Asia-Pacífico alberga el 79% de las centrales de carbón operativas del mundo y el 96% de toda la capacidad de carbón planificada a futuro.
  2. Contradicción con el ODS 13: Esta dependencia masiva del recurso más intensivo en carbono socava los esfuerzos globales para mitigar el cambio climático.
  3. Dependencia Económica: Para países como Indonesia (mayor exportador mundial), Australia y Mongolia, el carbón es un pilar económico, lo que complica la transición y exige estrategias de reconversión laboral alineadas con el ODS 8 (Trabajo Decente y Crecimiento Económico).
  4. Consecuencias para la Salud y las Ciudades: La quema de carbón genera niveles de contaminación atmosférica que exceden entre 10 y 20 veces los límites de la OMS en ciudades como Delhi, Daca y Lahore. Esto representa un grave incumplimiento del ODS 3 (Salud y Bienestar) y del ODS 11 (Ciudades y Comunidades Sostenibles).

Estrategias y Perspectivas para una Transición Energética Sostenible

Para alinear la trayectoria de la región con los ODS, es imperativo un cambio drástico en las políticas y la inversión. La tecnología necesaria, como el almacenamiento en baterías, la energía nuclear y el hidrógeno bajo en carbono, ya existe.

Requisitos para Cumplir con la Agenda 2030

  • Aumento de la Inversión: Para cumplir con el ODS 7 y las metas de cero emisiones netas, la inversión anual en energía debe escalar a entre 2.2 y 2.4 billones de dólares para 2030, con al menos el 90% destinado a energías limpias.
  • Compromisos Regionales: Los 10 países menos adelantados de la región han anunciado planes para aumentar su capacidad renovable en un 290% para 2030, un paso crucial hacia el ODS 7.
  • Urgencia de la Acción: La continua expansión del carbón, especialmente en el sudeste asiático, no solo agrava la crisis climática, sino que encarecerá y dificultará la futura diversificación energética.

Conclusión: El Rol Crítico de Asia-Pacífico

Como afirmó Armida Salsiah Alisjahbana, Secretaria Ejecutiva de la CESPAP, “A menos que Asia y el Pacífico lideren con valentía, la transición mundial (hacia las energías limpias) no estará a la altura de las expectativas”. El futuro de la seguridad energética, la estabilidad económica y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible depende de la capacidad de esta región para abandonar el carbón y abrazar un modelo energético resiliente, equitativo y sostenible para todos.

1. ¿Qué Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se abordan o están conectados con los temas destacados en el artículo?

El artículo aborda de manera explícita e implícita varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), centrándose principalmente en la transición energética y sus implicaciones económicas, sociales y medioambientales. Los ODS identificados son:

  • ODS 7: Energía asequible y no contaminante

    Este es el ODS central del artículo. Se menciona explícitamente en varias ocasiones, como cuando se afirma que para alinearse con “el ODS 7, que exige el acceso a una energía asequible y sostenible para todos”, se necesita un aumento significativo en la inversión en energía limpia. Todo el texto gira en torno a la inversión en energías limpias frente a la dependencia de combustibles fósiles, la asequibilidad de las nuevas tecnologías y el desafío de garantizar el acceso a la energía en la región de Asia-Pacífico.

  • ODS 13: Acción por el clima

    La lucha contra el cambio climático es un tema subyacente en todo el artículo. Se destaca la necesidad de una transición energética para alcanzar los “objetivos globales de cero emisiones netas de carbono”. La crítica a la continua dependencia del carbón, descrito como “el recurso más intensivo en carbono disponible”, y la mención de la Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático (COP29) conectan directamente el contenido con la acción climática global.

  • ODS 3: Salud y bienestar

    El artículo establece una conexión directa entre el modelo energético y la salud pública. Menciona que la dependencia de energías sucias ha provocado que ciudades como Delhi, Daca y Lahore tengan “niveles de contaminación atmosférica entre 10 y 20 veces superiores a los límites considerados seguros por la Organización Mundial de la Salud (OMS)”. Se subraya que respirar este aire “puede suponer un riesgo significativo para la salud”, vinculando claramente la quema de combustibles fósiles con resultados negativos para el bienestar humano.

  • ODS 10: Reducción de las desigualdades

    Se resalta una profunda desigualdad en la transición energética. El artículo señala que los avances en tecnologías limpias “se han limitado a los países de ingresos altos”, mientras que “los mercados emergentes y los países menos adelantados (PMA), excluida China, siguen dependiendo del carbón”. La disparidad en la inversión per cápita en energía limpia ($131 a nivel mundial frente a solo $18 en Asia-Pacífico sin China y países de altos ingresos) es una prueba contundente de esta creciente brecha.

  • ODS 8: Trabajo decente y crecimiento económico

    El análisis expone la dimensión económica de la dependencia de los combustibles fósiles. Se describe al carbón como una “herramienta económica vital” para países como Indonesia, Australia y Mongolia. Se proporcionan datos específicos, como los “91 000 millones de dólares” en exportaciones de carbón de Australia y los “50 000 trabajadores” empleados en su industria minera, lo que demuestra cómo la transición energética está intrínsecamente ligada al crecimiento económico y al empleo en estas naciones.

  • ODS 9: Industria, innovación e infraestructura

    El artículo se centra en la inversión en infraestructura energética. Detalla las inversiones mundiales de “tres billones de dólares”, de los cuales dos se destinan a “tecnologías e infraestructuras de energía limpia”. Se mencionan innovaciones como “paneles solares, los vehículos eléctricos y el almacenamiento en baterías”, así como la infraestructura existente de “centrales de carbón en funcionamiento”. El desafío de modernizar y ampliar la infraestructura para una energía limpia es un tema clave.

  • ODS 17: Alianzas para lograr los objetivos

    Se hace referencia a la cooperación internacional como un elemento crucial. La mención de la “COP29, celebrada en Bakú”, donde los países anunciaron planes conjuntos, y el papel de organismos como la “Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico de las Naciones Unidas (Cespap)” en la promoción de soluciones regionales, subrayan la necesidad de alianzas globales y regionales para financiar y ejecutar la transición energética de manera equitativa.

2. ¿Qué metas específicas de los ODS se pueden identificar en función del contenido del artículo?

A partir del análisis del artículo, se pueden identificar varias metas específicas de los ODS:

  1. Meta 7.2: Aumentar considerablemente la proporción de energía renovable en el conjunto de fuentes energéticas.

    Esta meta es central. El artículo la aborda directamente al informar sobre los planes de los países menos adelantados de Asia-Pacífico para “aumentar su capacidad de energía renovable de 20 gigavatios (GW) en 2023 a 58 GW en 2030”. Al mismo tiempo, muestra el desafío al señalar que en 2023, la región generó “45 % de su energía a partir del carbón”.

  2. Meta 7.a: Aumentar la cooperación internacional para facilitar el acceso a la investigación y la tecnología relativas a la energía limpia y promover la inversión en infraestructura energética y tecnologías limpias.

    El texto está repleto de datos sobre flujos de inversión, como los “dos billones destinados a tecnologías e infraestructuras de energía limpia”. La distribución desigual de esta inversión, con China liderando con un 48% y los países menos adelantados recibiendo solo un 1,4% entre 2020 y 2023, evidencia tanto la existencia de estos flujos como la necesidad de fortalecer la cooperación para una distribución más equitativa.

  3. Meta 13.2: Incorporar medidas relativas al cambio climático en las políticas, estrategias y planes nacionales.

    El anuncio en la COP29 de “planes destinados a aumentar su capacidad de energía renovable” por parte de los países de la región es un ejemplo claro de la integración de medidas climáticas en la planificación nacional, tal como lo exige esta meta.

  4. Meta 3.9: Reducir sustancialmente el número de muertes y enfermedades producidas por la contaminación del aire.

    Al señalar que la contaminación del aire en varias ciudades asiáticas supera “entre 10 y 20 veces los límites considerados seguros por la OMS” y que esto supone un “riesgo significativo para la salud”, el artículo se alinea directamente con el objetivo de esta meta de reducir los impactos sanitarios de la contaminación.

  5. Meta 9.4: Modernizar la infraestructura y reconvertir las industrias para que sean sostenibles, promoviendo la adopción de tecnologías limpias.

    La discusión sobre la necesidad de implementar y ampliar tecnologías como “baterías de almacenamiento, energía nuclear, hidrógeno con bajas emisiones de carbono” y reemplazar las “79 % de las centrales de carbón en funcionamiento del mundo” que se encuentran en Asia-Pacífico, se refiere directamente a la modernización de la infraestructura industrial y energética para la sostenibilidad.

3. ¿Hay algún indicador de los ODS mencionado o implícito en el artículo que pueda usarse para medir el progreso hacia los objetivos identificados?

Sí, el artículo menciona o implica varios datos que funcionan como indicadores para medir el progreso hacia los ODS:

  • Indicador 7.2.1: Proporción de la energía renovable en el consumo final total de energía.

    Aunque no se da un porcentaje total de energía renovable, el artículo proporciona datos clave para este indicador. Informa que el carbón representa el 45% de la generación de energía en Asia-Pacífico y que la capacidad de energía renovable planea aumentar de 20 GW a 58 GW. Estos datos son métricas directas para seguir la evolución de la matriz energética.

  • Indicador 7.a.1: Flujos financieros internacionales hacia los países en desarrollo en apoyo de la energía limpia y renovable.

    Este es el indicador más explícitamente medido en el artículo. Se cuantifican las inversiones globales (“tres billones de dólares”), las inversiones en energía limpia (“dos billones”), la distribución por países (China 48%, EE.UU. 17%, etc.) y, crucialmente, la inversión per cápita, que cae a “solo 18 dólares por persona” en los países de bajos ingresos de Asia-Pacífico (excluida China). Estos números son mediciones directas de los flujos financieros.

  • Indicador 3.9.1: Tasa de mortalidad atribuida a la contaminación del aire ambiente.

    El artículo no proporciona una tasa de mortalidad, pero sí un indicador indirecto o proxy muy potente: los “niveles de contaminación atmosférica entre 10 y 20 veces superiores a los límites considerados seguros por la OMS”. Este dato cualitativo y cuantitativo sirve para evaluar el riesgo para la salud pública, que es lo que el indicador 3.9.1 busca medir en última instancia.

  • Indicador 9.4.1: Emisiones de CO2 por unidad de valor añadido.

    El artículo proporciona los elementos para analizar este indicador. Habla de la alta dependencia del carbón (“el recurso más intensivo en carbono”) y al mismo tiempo del valor económico que genera (exportaciones de carbón por “91 000 millones de dólares” para Australia). La tensión entre el crecimiento económico basado en el carbón y la necesidad de descarbonizar la economía es el núcleo de lo que este indicador mide.

4. Tabla de ODS, metas e indicadores

ODS, metas e indicadores
ODS Metas correspondientes Indicadores específicos identificados
ODS 7: Energía asequible y no contaminante 7.2: Aumentar la proporción de energía renovable.
7.a: Promover la inversión en energía limpia y la cooperación internacional.
7.2.1: Datos sobre la capacidad de energía renovable (de 20 GW a 58 GW) y el porcentaje de energía generada por carbón (45%).
7.a.1: Cifras de inversión en energía limpia ($2 billones), distribución por país (China 48%) e inversión per cápita ($18 en PMA de la región).
ODS 13: Acción por el clima 13.2: Incorporar medidas sobre cambio climático en políticas y planes nacionales. Mención de “planes destinados a aumentar su capacidad de energía renovable” anunciados en la COP29, alineados con los objetivos de “cero emisiones netas”.
ODS 3: Salud y bienestar 3.9: Reducir muertes y enfermedades por contaminación del aire. 3.9.1 (Proxy): Niveles de contaminación del aire “entre 10 y 20 veces superiores a los límites” de la OMS en ciudades clave.
ODS 10: Reducción de las desigualdades (Implícito) Reducir la desigualdad de oportunidades y resultados entre países. Datos comparativos de inversión per cápita en energía limpia: $131 (global) vs. $18 (PMA de Asia-Pacífico), mostrando una gran disparidad.
ODS 9: Industria, innovación e infraestructura 9.4: Modernizar la infraestructura para que sea sostenible y adoptar tecnologías limpias. 9.4.1: Datos sobre la dependencia del carbón (“recurso más intensivo en carbono”) y el valor económico de sus exportaciones ($91 mil millones para Australia), que miden la intensidad de carbono de la economía.

Fuente: ipsnoticias.net