Cuáles son los cinco peores alimentos para el hígado graso – Infobae

Informe sobre la Enfermedad del Hígado Graso No Alcohólico y su Vínculo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible
Introducción y Relevancia para el ODS 3
La enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA) se ha consolidado como una de las afecciones hepáticas más comunes a nivel mundial, representando un desafío significativo para la salud pública. Su creciente prevalencia está directamente relacionada con estilos de vida modernos, particularmente con la epidemia de obesidad y diabetes tipo 2. Abordar esta enfermedad es fundamental para el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible 3 (Salud y Bienestar), que busca garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades, especialmente en su meta de reducir la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles.
Definición y Progresión de la Enfermedad
La esteatosis hepática, o hígado graso, es una condición caracterizada por la acumulación excesiva de grasa en las células del hígado. Cuando esta acumulación no se debe al consumo de alcohol, se clasifica como EHGNA.
- Esteatosis simple: Fase inicial, a menudo asintomática, donde hay presencia de grasa sin inflamación significativa.
- Esteatohepatitis no alcohólica (EHNA): Una forma más grave que implica inflamación y daño celular en el hígado. Esta etapa puede progresar.
- Fibrosis y Cirrosis: La inflamación crónica puede llevar a la cicatrización (fibrosis) y, finalmente, a la cirrosis, una condición irreversible que aumenta drásticamente el riesgo de insuficiencia hepática y cáncer de hígado.
Factores de Riesgo y su Impacto en la Salud Pública (ODS 3)
La EHGNA está estrechamente vinculada a condiciones metabólicas que comprometen la salud global de la población, dificultando el avance hacia las metas del ODS 3.
- Obesidad y Sobrepeso: Se estima que el 75% de las personas con sobrepeso y el 90% de aquellas con obesidad grave padecen EHGNA.
- Diabetes Tipo 2 y Resistencia a la Insulina: Son factores determinantes en el desarrollo y progresión de la enfermedad.
- Síndrome Metabólico: La coexistencia de varios factores de riesgo (obesidad abdominal, hipertensión, niveles altos de triglicéridos) potencia la probabilidad de desarrollar EHGNA.
Sintomatología y Diagnóstico
La naturaleza silenciosa de la EHGNA en sus etapas iniciales subraya la importancia de la detección temprana, un pilar para la prevención de enfermedades no transmisibles (ODS 3). La mayoría de los pacientes son asintomáticos.
Síntomas en Fases Avanzadas
- Fatiga o cansancio extremo.
- Molestias o dolor en la parte superior derecha del abdomen.
- Pérdida de apetito y de peso.
- Náuseas y debilidad.
- Ictericia (coloración amarillenta de piel y ojos).
- Hinchazón en abdomen y piernas (edema).
- Confusión mental.
Métodos de Diagnóstico
- Evaluación de la historia clínica y examen físico.
- Análisis de sangre para medir enzimas hepáticas.
- Estudios por imágenes (ecografía, resonancia magnética).
- Biopsia hepática en casos seleccionados para confirmar el diagnóstico y evaluar el grado de daño.
Estrategias de Tratamiento y Prevención Alineadas con los ODS
El tratamiento más efectivo es la modificación del estilo de vida, una estrategia que no solo combate la EHGNA sino que también promueve patrones de consumo y producción responsables (ODS 12) y mejora la salud general (ODS 3).
- Pérdida de peso: Una reducción moderada (7-10% del peso corporal) es la medida más eficaz.
- Actividad física regular: Mejora la sensibilidad a la insulina y ayuda a reducir la grasa hepática.
- Dieta equilibrada: Adoptar un patrón alimentario saludable, como la dieta mediterránea.
- Control de comorbilidades: Manejo adecuado de la diabetes, la hipertensión y la dislipidemia.
Recomendaciones Nutricionales para un Consumo Responsable (ODS 12 y ODS 3)
La elección de alimentos es crucial. Fomentar una dieta basada en alimentos naturales y minimizar los ultraprocesados contribuye directamente a la salud individual y a sistemas alimentarios más sostenibles.
Alimentos a Limitar o Evitar
- Alimentos ultraprocesados: La comida rápida, rica en grasas saturadas y azúcares, está directamente relacionada con la EHGNA.
- Grasas saturadas y trans: Presentes en embutidos, bollería industrial y comidas preparadas.
- Azúcares simples y fructosa: Especialmente el jarabe de maíz de alta fructosa, encontrado en refrescos, jugos industriales y snacks.
- Harinas refinadas: Pan blanco, pastas no integrales y galletitas, que elevan la glucemia.
- Alcohol: Aunque la EHGNA no es causada por el alcohol, su consumo puede agravar el daño hepático.
Alimentos Recomendados (Patrón de Dieta Mediterránea)
- Vegetales y frutas enteras: Al menos 5 porciones diarias, priorizando bajo índice glucémico.
- Legumbres: Lentejas, garbanzos y porotos, como fuente de fibra y proteína vegetal.
- Cereales integrales: Avena, quinoa, arroz integral y pan integral.
- Grasas saludables: Aceite de oliva extra virgen, palta, frutos secos y semillas.
- Pescados grasos: Salmón, sardinas y caballa, ricos en omega-3.
- Huevo: Es una fuente de colina, un nutriente esencial para el metabolismo de las grasas en el hígado.
Bebidas y su Rol en la Salud Hepática
- Café: El consumo moderado (2-3 tazas al día, sin azúcar) se asocia con una menor progresión del daño hepático.
- Té verde: Sus antioxidantes (catequinas) tienen un efecto hepatoprotector.
- Agua: Es la bebida de elección para una hidratación adecuada.
1. ¿Qué Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se abordan o están conectados con los temas destacados en el artículo?
El artículo aborda principalmente los siguientes Objetivos de Desarrollo Sostenible:
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ODS 3: Salud y Bienestar
Este es el objetivo más relevante, ya que todo el artículo se centra en la enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHNA), una enfermedad no transmisible. Se discuten sus causas, como la obesidad y la diabetes, sus consecuencias para la salud (cirrosis, cáncer de hígado) y las estrategias de prevención y tratamiento basadas en cambios en el estilo de vida, la dieta y la actividad física. El artículo busca informar y crear conciencia sobre una condición de salud que afecta a una gran parte de la población, promoviendo así la salud y el bienestar.
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ODS 2: Hambre Cero
Aunque el artículo no trata sobre el hambre, sí se conecta con el ODS 2, específicamente en lo que respecta a la malnutrición. El ODS 2 busca terminar con todas las formas de malnutrición, lo que incluye la obesidad y las dietas poco saludables. El artículo detalla cómo el consumo de alimentos ultraprocesados, azúcares, grasas saturadas y harinas refinadas contribuye al desarrollo del hígado graso. A su vez, promueve una nutrición adecuada a través de la dieta mediterránea, el consumo de vegetales, frutas, legumbres y grasas saludables, abordando directamente la calidad de la nutrición para prevenir enfermedades.
2. ¿Qué metas específicas de los ODS se pueden identificar en función del contenido del artículo?
Se pueden identificar las siguientes metas específicas de los ODS:
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Meta 3.4: Reducir la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles
El artículo se alinea directamente con esta meta. La enfermedad del hígado graso no alcohólico es una enfermedad no transmisible que, como se menciona, “puede evolucionar a inflamación hepática, fibrosis e incluso cirrosis” y “provocar insuficiencia hepática o cáncer de hígado”. Al educar sobre la prevención y el tratamiento a través de “un cambio en el estilo de vida”, como la pérdida de peso, una dieta equilibrada y actividad física, el artículo contribuye a los esfuerzos para reducir la mortalidad prematura causada por estas enfermedades.
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Meta 2.2: Poner fin a todas las formas de malnutrición
Esta meta se aborda al centrarse en la obesidad como una forma de malnutrición y un factor de riesgo clave. El artículo señala que la EHNA está “especialmente vinculado a la obesidad, la resistencia a la insulina y el síndrome metabólico”. Además, proporciona datos concretos: “Afecta a aproximadamente el 75 % de las personas con sobrepeso y al 90 % de las personas con obesidad grave”. Las recomendaciones dietéticas detalladas, como evitar alimentos ultraprocesados y azúcares y adoptar una dieta mediterránea, son estrategias directas para combatir la malnutrición por exceso y sus consecuencias.
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Meta 3.5: Fortalecer la prevención y el tratamiento del abuso de sustancias adictivas, incluido el uso nocivo del alcohol
El artículo aborda esta meta al diferenciar claramente la enfermedad del hígado graso no alcohólico de la causada por el alcohol, pero también al advertir sobre los peligros del consumo de alcohol para quienes ya padecen la enfermedad. La nutricionista citada advierte que “incluso en pequeñas cantidades puede agravar la enfermedad hepática”. La recomendación de “Evitar el consumo excesivo de alcohol” es una medida de prevención y tratamiento para proteger la salud del hígado, lo que se alinea con la reducción del uso nocivo del alcohol.
3. ¿Hay algún indicador de los ODS mencionado o implícito en el artículo que pueda usarse para medir el progreso hacia los objetivos identificados?
Sí, el artículo menciona o implica varios indicadores que se utilizan para medir el progreso hacia las metas identificadas:
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Indicador 3.4.1: Tasa de mortalidad atribuida a las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la diabetes o las enfermedades respiratorias crónicas
El artículo implica este indicador al señalar que la EHNA puede progresar hasta causar “cáncer de hígado”. El cáncer es una de las cuatro enfermedades no transmisibles principales que mide este indicador. Por lo tanto, la prevalencia y progresión de la EHNA a cáncer es una métrica relevante para evaluar el progreso en la reducción de la mortalidad por enfermedades no transmisibles.
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Indicador 2.2.2: Prevalencia de la malnutrición (peso para la talla) en niños menores de 5 años, desglosada por tipo (emaciación y sobrepeso)
Aunque el indicador se centra en niños menores de 5 años, el concepto de medir la prevalencia del sobrepeso y la obesidad como forma de malnutrición está claramente presente en el artículo. El texto proporciona estadísticas específicas para la población general: “Afecta a aproximadamente el 75 % de las personas con sobrepeso y al 90 % de las personas con obesidad grave”. Estos porcentajes son una medida directa de la prevalencia del sobrepeso y la obesidad, que son el núcleo de este indicador.
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Indicador 3.5.2: Consumo nocivo de alcohol
El artículo no proporciona datos sobre el consumo de alcohol per cápita, pero aborda directamente el concepto de “consumo nocivo de alcohol”. Las advertencias como “El alcohol daña directamente el hígado” y la recomendación de “Evitar el consumo excesivo de alcohol” se refieren al comportamiento que este indicador busca medir. La promoción de la abstinencia o la reducción del consumo de alcohol para proteger la salud del hígado es una acción directa para disminuir el “uso nocivo del alcohol”.
ODS, metas e indicadores
ODS | Metas | Indicadores |
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ODS 3: Salud y Bienestar | 3.4: Reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles mediante la prevención y el tratamiento. | 3.4.1: Tasa de mortalidad atribuida al cáncer. El artículo menciona que la EHNA puede derivar en “cáncer de hígado”. |
3.5: Fortalecer la prevención y el tratamiento del abuso de sustancias adictivas, incluido el uso nocivo del alcohol. | 3.5.2: Consumo nocivo de alcohol. El artículo aconseja “Evitar el consumo excesivo de alcohol” ya que “daña directamente el hígado”. | |
ODS 2: Hambre Cero | 2.2: Para 2030, poner fin a todas las formas de malnutrición. | 2.2.2: Prevalencia de la malnutrición (sobrepeso). El artículo lo implica al afirmar que la enfermedad afecta al “75 % de las personas con sobrepeso y al 90 % de las personas con obesidad grave”. |
Fuente: infobae.com