Informe sobre la Hiporexia en Personas Mayores durante el Verano y su Relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)

Introducción

Durante los meses de verano, las altas temperaturas, la deshidratación y los cambios en la rutina diaria suelen provocar una reducción del apetito en las personas mayores, fenómeno conocido como hiporexia. Esta condición puede ocasionar una ingesta insuficiente de nutrientes, incrementando el riesgo de desnutrición, pérdida de masa muscular y debilitamiento del sistema inmunológico, tal como advierten desde Sanitas Mayores. La atención a esta problemática está alineada con varios Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente el ODS 3 (Salud y Bienestar) y el ODS 2 (Hambre Cero).

Factores que Influyen en la Hiporexia

1. Factores Fisiológicos: Las altas temperaturas activan mecanismos naturales de regulación del hambre y la sed, reduciendo la sensación de apetito para priorizar la termorregulación frente al proceso digestivo.
2. Factores Emocionales y Sociales: La tristeza, la soledad y la ansiedad afectan negativamente la relación con la comida, lo que resalta la importancia del ODS 3 en la promoción del bienestar mental y social.

Importancia de la Evaluación Individualizada

Miryam Piqueras, directora de Gobierno Clínico de Sanitas Mayores, enfatiza que el apetito está influido por múltiples factores — fisiológicos, emocionales, sociales y ambientales — por lo que es fundamental realizar una evaluación individualizada ante la pérdida de interés por la comida. Esta práctica contribuye a la consecución del ODS 3, asegurando una atención sanitaria adecuada y personalizada.

Intervenciones para Mejorar la Nutrición en Verano

Pequeñas intervenciones pueden prevenir complicaciones derivadas de una nutrición inadecuada:

• Ajustar la textura de los alimentos.
• Cambiar los horarios de las comidas.
• Introducir estímulos sociales en el entorno.

Estas acciones favorecen el bienestar integral y la inclusión social, vinculándose con el ODS 10 (Reducción de las Desigualdades).

Recomendaciones Nutricionales para el Verano

Es fundamental ofrecer platos frescos, ligeros y fáciles de consumir que estimulen el apetito sin suponer un esfuerzo para el organismo. María Aguirre, nutricionista de Blua de Sanitas, recomienda priorizar alimentos que aporten hidratación y un buen perfil de micronutrientes esenciales, prestando especial atención a minerales como potasio y calcio, y vitaminas como la D. Estas recomendaciones apoyan el ODS 3 y el ODS 12 (Producción y Consumo Responsables) al promover una alimentación saludable y sostenible.

Propuestas de Platos para Personas Mayores en Verano

1. Crema fría de calabacín con queso fresco
   • Aporta hidratación, fibra y vitaminas.
   • Textura suave para facilitar el consumo.
   • El queso fresco añade proteínas y calcio para la salud ósea.
2. Ensalada de lentejas con hortalizas y atún
   • Legumbres ricas en hierro y proteína vegetal.
   • Verduras de temporada con fibra y antioxidantes.
   • Atún que aporta ácidos grasos omega 3 para la salud cardiovascular.
3. Merluza al vapor con patata cocida y aceite de oliva virgen extra
   • Plato ligero y nutritivo.
   • Proteínas de alta calidad y grasas insaturadas saludables.
   • Fuente de energía mediante hidratos de carbono complejos.
4. Macedonia de frutas naturales
   • Refrescante e hidratante.
   • Rica en vitaminas y alto contenido en agua.
   • Uso de frutas de temporada para variedad y sostenibilidad.

Importancia de la Adaptación de Menús y la Observación Continua

La adaptación de los menús durante el verano, junto con una adecuada hidratación, es clave para mejorar la salud y el bienestar de las personas mayores, contribuyendo al ODS 3. Además, es vital mantener una observación cercana para detectar señales de alerta como ingestas inferiores a la mitad durante más de tres días, debilidad, confusión o apatía, y consultar a profesionales cuando sea necesario.

Conclusión

El abordaje integral de la hiporexia en personas mayores durante el verano es esencial para garantizar su salud y calidad de vida, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La implementación de estrategias nutricionales adaptadas, la atención personalizada y el apoyo social son pilares fundamentales para alcanzar estos objetivos y promover un envejecimiento saludable y sostenible.

1. Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) abordados o conectados con los temas destacados en el artículo

1. ODS 2: Hambre cero
   • El artículo aborda la importancia de una adecuada nutrición en personas mayores para prevenir la desnutrición y asegurar una ingesta suficiente de nutrientes.
2. ODS 3: Salud y bienestar
   • Se destaca la necesidad de mantener la salud y el bienestar de las personas mayores mediante una alimentación adecuada, hidratación y atención a factores emocionales y sociales.
3. ODS 12: Producción y consumo responsables
   • Se promueve el consumo de alimentos frescos, ligeros y de temporada, lo que está relacionado con prácticas de alimentación sostenible y responsable.

2. Metas específicas de los ODS identificadas en función del contenido del artículo

1. Meta 2.1: Poner fin al hambre y asegurar el acceso de todas las personas, en particular los pobres y las personas en situaciones vulnerables, a una alimentación sana, nutritiva y suficiente durante todo el año.
   • El artículo enfatiza la importancia de evitar la hiporexia y la desnutrición en personas mayores, garantizando una alimentación adecuada y nutritiva.
2. Meta 3.4: Promover la salud mental y el bienestar.
   • Se mencionan factores emocionales como la tristeza, la soledad o la ansiedad que afectan el apetito, indicando la necesidad de abordar el bienestar emocional para mejorar la salud.
3. Meta 3.8: Lograr la cobertura sanitaria universal y el acceso a servicios esenciales de salud.
   • Se destaca la importancia de la evaluación individualizada y la intervención clínica para prevenir complicaciones nutricionales en personas mayores.
4. Meta 12.3: Reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita a nivel mundial.
   • La recomendación de adaptar menús y ofrecer alimentos fáciles de consumir puede contribuir a reducir el desperdicio alimentario.

3. Indicadores de los ODS mencionados o implícitos en el artículo para medir el progreso

1. Indicador 2.1.2: Prevalencia de desnutrición en personas mayores.
   • El artículo menciona la desnutrición y pérdida de masa muscular como riesgos derivados de la hiporexia, lo que puede medirse mediante este indicador.
2. Indicador 3.4.2: Prevalencia de trastornos mentales, incluyendo ansiedad y depresión.
   • Se hace referencia a factores emocionales que afectan el apetito, vinculados a la salud mental y bienestar.
3. Indicador 3.8.1: Cobertura de servicios esenciales de salud.
   • La evaluación individualizada y las intervenciones clínicas mencionadas reflejan la importancia del acceso a servicios de salud adecuados.
4. Indicador 12.3.1: Pérdida y desperdicio de alimentos a nivel minorista y consumidor.
   • La adaptación de menús y la oferta de platos adecuados pueden ayudar a reducir el desperdicio alimentario.

4. Tabla: ODS, metas e indicadores

Fuente: geriatricarea.com