Cómo dejar de fumar desde el centro de salud: “El tabaquismo es una enfermedad como otra cualquiera, y hay que tratarla”
Cómo dejar de fumar desde el centro de salud: “El tabaquismo es una enfermedad como otra cualquiera, y hay que tratarla” EL PAÍS
Informe sobre la deshabituación tabáquica
Introducción
Muchos médicos siguen refiriéndose a fumar como “hábito” y a dejarlo como “deshabituación tabáquica”. Esto le quita, en opinión del neumólogo Carlos Rábade, la importancia que realmente tiene: “Una enfermedad como otra cualquiera, y que como tal debe ser tratada”. Para lograrlo, un grupo de expertos ―médicos de familia, neumólogos, farmacéuticos― ha presentado esta semana un documento de consenso en el congreso nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), que pretende que cualquier persona que quiera dejar de fumar reciba asistencia sanitaria para hacerlo con las mejores herramientas que han demostrado efectividad científica.
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)
- ODS 3: Salud y bienestar
- ODS 17: Alianzas para lograr los objetivos
Identificación y asistencia a fumadores
La idea es que, a través de los profesionales de cualquier nivel asistencial ―desde farmacias, hasta hospitales― se puedan identificar a los alrededor de seis millones de fumadores diarios que hay en España ―según la última Encuesta Europea de la Salud, de 2020― y se les ofrezca ayuda. Es algo que hoy sucede de forma desestructurada, con grandes diferencias en función del lugar donde son atendidos, incluso del profesional: en un mismo centro de salud es frecuente que los haya muy formados y concienciados sobre el tabaquismo y otros que no lo están tanto.
Enfermedad y tratamiento
Son, precisamente, los ambulatorios, uno de los grandes ejes de esta propuesta, que se publicará próximamente en una revista científica y que quiere combatir la principal causa de muerte prematura evitable: cada año fallecen en España 50.000 personas por culpa del tabaco, ocho millones en todo el mundo, según la OMS.
La adicción al tabaco tiene dos componentes, explica el médico de familia Jesús Méndez-Cabeza: uno puramente físico, que se combate con fármacos, y otro psicológico, para lo que es necesaria terapia cognitivo-conductual. Ambas deberían estar presentes para la gran mayoría de fumadores: cuando falta alguna, es más probable que todo el proceso fracase.
Proceso de deshabituación tabáquica
Incluso cuando se emplean todos los recursos disponibles, la tasa de éxito está solamente entre un 30% y un 50% en el primer intento, según calculan los profesionales. Pero esto sucede porque el tabaquismo no solo es una enfermedad, también es crónica. La recaída, asegura Raúl de Simón, otro de los autores del documento, es parte del proceso, “no hay que tomarla como un fracaso, ni del profesional ni del paciente”, sino simplemente como parte del camino.
Un requisito indispensable es la predisposición del enfermo. Los médicos tienen claro que si un fumador no está dispuesto a dejarlo, de nada sirve intentar iniciar un tratamiento. Los planes para dejar el tabaco contemplan cinco fases: precontemplación, contemplación, preparación, acción, mantenimiento y recaída.
Abordaje de las cinco aes
El documento presentado en el congreso de Semergen establece un abordaje denominado de las cinco aes, al que se deberían acoger todos los profesionales sanitarios que traten pacientes que quieran dejar de fumar. Estas cinco aes son:
- Averiguar: preguntar al paciente por factores y conductas de riesgo, así como sobre los aspectos que afectan al cambio de la conducta.
- Aconsejar: ofrecer consejos personalizados.
- Acordar: establecer objetivos y métodos adecuados para cada paciente.
- Ayudar: utilizar técnicas de modificación de la conducta y tratamientos farmacológicos cuando sean necesarios.
- Asegurar: realizar visitas de seguimiento para apoyar y ajustar el plan terapéutico según sea necesario.
Tratamientos farmacológicos
Para la adicción física a la nicotina hay aprobados en España cuatro tipos de tratamientos que están financiados por el Sistema Nacional de Salud. Estos incluyen terapias de sustitución de nicotina, el bupropion, la citisiniclina y la vareniclina. Los médicos deben elegir el tratamiento adecuado según las características de cada paciente.
El problema emergente del vapeo
El consumo de tabaco en España ha disminuido en los últimos años, pero ha surgido un nuevo problema: el vapeo. Los cigarrillos electrónicos han ganado popularidad entre los jóvenes, atrayéndolos con marketing en redes sociales y sabores atractivos. La adicción al vapeo también requiere de herramientas de tratamiento, pero muchos jóvenes no consideran dejarlo en este momento.
Conclusiones
La deshabituación tabáquica es un proceso complejo que requiere de un abordaje integral. Es fundamental que los profesionales sanitarios estén capacitados para ofrecer asistencia a los fumadores que deseen dejar de fumar. Además, es importante concienciar a la población sobre los riesgos del tabaco y el vapeo, y promover políticas de salud que fomenten un estilo de vida libre de tabaco.
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con el artículo:
- Objetivo 3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades.
- Objetivo 17: Fortalecer los medios de implementación y revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible.
Metas específicas de los ODS identificadas en el artículo:
- Meta 3.4: Reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles a través de la prevención y el tratamiento, y promover la salud mental y el bienestar.
- Meta 3.5: Fortalecer la prevención y el tratamiento del abuso de sustancias, incluido el consumo de drogas y el uso nocivo del alcohol.
- Meta 3.a: Implementar el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco en todos los países, según corresponda.
- Meta 17.16: Mejorar la disponibilidad de datos oportunos, fiables y de calidad desglosados por ingresos, género, edad, raza, origen étnico, estatus migratorio, discapacidad, ubicación geográfica y otras características relevantes en los contextos nacionales.
Indicadores de los ODS mencionados en el artículo:
- Indicador 3.4.1: Tasa de mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles.
- Indicador 3.5.1: Cobertura de tratamiento para trastornos por consumo de sustancias.
- Indicador 3.a.1: Implementación del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco.
- Indicador 17.16.1: Relación entre los salarios más bajos y los más altos, desglosados por sexo.
Tabla de ODS, metas e indicadores:
ODS | Metas | Indicadores |
---|---|---|
Objetivo 3 | Meta 3.4: Reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles a través de la prevención y el tratamiento, y promover la salud mental y el bienestar. | Indicador 3.4.1: Tasa de mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles. |
Objetivo 3 | Meta 3.5: Fortalecer la prevención y el tratamiento del abuso de sustancias, incluido el consumo de drogas y el uso nocivo del alcohol. | Indicador 3.5.1: Cobertura de tratamiento para trastornos por consumo de sustancias. |
Objetivo 3 | Meta 3.a: Implementar el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco en todos los países, según corresponda. | Indicador 3.a.1: Implementación del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco. |
Objetivo 17 | Meta 17.16: Mejorar la disponibilidad de datos oportunos, fiables y de calidad desglosados por ingresos, género, edad, raza, origen étnico, estatus migratorio, discapacidad, ubicación geográfica y otras características relevantes en los contextos nacionales. | Indicador 17.16.1: Relación entre los salarios más bajos y los más altos, desglosados por sexo. |
Fuente: elpais.com